2014_Istria, Día 9, 198Km
junio 17, 2014
Amanece como los dos días anteriores, el sol está escondido entre nubes, algo de viento, actualizo el tiempo y, a nuestro destino programado, sigue lloviendo con tormentas, por lo tanto tomamos la decisión de seguir aquí un día más, eso sí, el último, si mañana sigue el mal tiempo, nos pondremos los trajes de lluvia y tiraremos directamente para Italia.
Consultando el mapa durante el desayuno, Dragan, el propietario, nos recomienda un itinerario que pasa por Bale, Rovinj, Vrsar y acabar en Montovun.
Antes de irnos hablamos de mi moto, al haberle comentado ayer que después de este viaje la pondré a la venta y decirle el precio, me comenta que está interesado en ella. Hoy me comenta que ha hablado con su mecánico y querría saber si la transmisión está hacha, naturalmente le contesto, justo antes de irnos de viaje y también la batería es nueva, las revisiones hechas en un dealer oficial, todas las piezas son originales y guardo cada una de las facturas así como el libro con los sellos oficiales.
Nos marchamos, Tom intenta llevarnos por la autopista pero seguimos por la carretera hacia el norte. Al llegar a Bale giramos en dirección de la costa pero la carretera no está asfaltada así que inversión de marcha y seguimos.
Parada técnica para repostar, un poco de caravana por unas obras y llegamos a Rovinj, aparcamos. Se trata de una localidad costera muy bonita, el casco antiguo está ubicado en una roca cuya forma es semicircular rodeada por el mar, sus calles están hechas de piedra pequeña de la época romana y posterior, en sus calles más empinadas resulta un poco difícil no resbalar.
Después de tomarnos un café y un agua, subimos hasta la iglesia que domina el pueblo, desde la terraza se ve la bahía entera, un par de islotes y por fin podemos apreciar el horizonte que casi no habíamos podido hacer hasta el momento.
Bajamos al puerto donde hay amarrados tantos barcos pequeños de pescadores cómo yates y veleros. Regresamos a la moto y nos vamos.
Las carreteras en Istria no son muy transitadas pero tampoco te permiten correr demasiado, la velocidad máxima permitida oscila entre los 60 y los 80 Km/h que respeto. Llegamos hasta un punto donde podemos visualizar lo que ellos llaman canal que en realidad es un fiordo en miniatura, aquí hay piscifactorías de moluscos. En Vrsar paramos a comer en un restaurante que se llama Histria (http://www.histria-damario.hr/index.php/it/) y de bajo pone: da Fabris, que casualidad. Un plato de mejillones para compartir y una dorada al horno con patatas de segundo con un par de cervezas y de nuevo en marcha.
Vamos subiendo hacia el norte para finalmente llegar al pueblo medieval de Montovun ubicado en la parte superior de una colina dominando el valle entero. Subimos con Ultra por la única calle que llega arriba no sin complicaciones debido a las curvas cerradas, pienso que al bajar tendré problema en una en concreto. Aparcamos y nos damos una vuelta, poco que decir, solamente que es más bonito verlo desde lejos que desde dentro.
Afortunadamente no hay que registrar ningún accidente durante el recorrido de bajada.
Regresamos por la autopista a nuestro apartamento, mientras Mon hace una pequeña siesta yo escribo y público en el blog, llevo algunos días de retraso.
Por la noche cenamos en un restaurante cerca mientras vemos Brasil-Méjico que empatan a cero. Al regresar a la villa un amigo de Dragan está tocando guitarra flamenca para todos los huéspedes, nos quedamos y mientras Mon se toma un café yo me bebo un par de chupitos de grappa de la zona, algo más suave que la italiana. Finalmente nos retiramos, mañana toca hacer muchos kilómetros.