2017_La boda de Laura y Llorenç
junio 25, 2017
Hoy no voy a hablar de un viaje, una visita cultural o de una salida en Harley, hoy voy a redactar unas palabras sobre un acontecimiento que merece ser mencionado en este blog, un hecho muy importante para la vida de una persona: la boda de mi hija.
Todo empezó el año pasado cuando Laura y Llorenç nos dijeron que este año se iban a casar, en aquel momento mi primera reacción fue la de felicidad seguida de un razonamiento lógico, al convivir juntos eso sería el paso previo para formalizar la relación y formar así una familia en un futuro no muy lejano. ¡Conclusión, ellos padres y yo abuelo, wauuu!!! Naturalmente Mon, como no, encantada.
Los chicos tenían claro desde un principio que no querían una boda convencional y que la intención era prepararlo todo con calma valorando las diferentes opciones que existen para un acontecimiento de esta índole así que se pusieron mano a la obra.
En primer lugar, le han dado un nombre: Bodón Verbenero.
Durante todo este tiempo se han tomado todas las decisiones para organizarlo de la forma más apropiada barajando las posibles variantes bajo todos los puntos de vista y al final han decidido hacerlo en dos días, separando, por un lado, la familia con unos pocos amigos íntimos y por el otro solamente los amigos. Decisión que personalmente he apoyado desde el principio.
La ilusión de ambos era la de poderse casar en Garraf, teniendo en cuenta que el pueblo forma parte del ayuntamiento de Sitges, se trataba de conseguir que el alcalde viniese aquí para celebrar el acto, cosa que no se había producido hasta la fecha, pero ya se sabe, siempre hay una primera vez.
Gracias a la ayuda de Fale, cuyo cargo es el de alcalde pedáneo de Garraf, la amistad que nos une y el orgullo para él de poder satisfacer tanto a Laura cómo a Llorenç, ha conseguido que el ayuntamiento de Sitges aceptara la petición.
El primer paso estaba conseguido, ahora se trataba de encontrar el lugar más adecuado para el convite. En un principio se había hablado de hacerlo en el jardín de Jimmy, el tío de Llorenç, pero finalmente se ha cerrado el trato con el restaurante del Club Nàutic, concretamente en la terraza superior donde podemos disfrutar de un gran espacio completamente a nuestra disposición, otra decisión acertada.
Al conocer a Mónica, una chica que trabaja en ese sector, Mon se ha encargado del tema floral, se puso en contacto con ella hace tiempo y le pasó el contacto a Laura la cual a su vez ha acordado cómo tenía que ser la decoración.
Tanto Mon como yo nos hemos cogido toda la semana de vacaciones, programada desde el año pasado y nos hemos puesto a completa disposición de los chicos para lo que haga falta naturalmente.
Lunes 19 de junio
Me ha tocado ir a recoger unas cosas en Barna, y otras en la ferretería para poder realizar el montaje completo del lugar.
A última hora de la tarde hemos empezado el montaje de las luces que consisten en una larga tira con bombillas de leds mate, pero con forma redonda cómo las bombillas de toda la vida, nos ayudan Laura, Llorenç y mis consuegros Chelo y Rafa mientras Mónica, empezaba a instalar la decoración verde.
Una vez conectadas a la corriente, la imagen de luz y penumbra da el pego, añadimos tres grupos de tiras verticales de luces tipo Navidad, cuando finalmente conseguimos que dejen de parpadear y se pongan fijas también combinan perfectamente con las otras.
Seguimos con las mesas que posicionamos una en frente a la otra, se trata de hacer un grupo único largo, no están todas porqué mañana el restaurante tiene el servicio de medio día, pero suficientes para colocar todas las sillas cómo referencia. Lo bueno es que a nadie le tocará pata. En cada una le atamos una bolsa de tela de color beige con un logo negro: dos sardinas una en frente a la otra con un circulo discontinuo a su alrededor dejando fuera solamente la cola.
Eso servirá para que los invitados se la puedan llevar cómo regalo, así como un plato de color amarillo procedente de Portugal que los chicos vieron en su viaje del año pasado y también una servilleta de tela hecha a mano por Chelo con unos tonos azulados.
Antes de abandonar el lugar vienen dos amigos a traer a los chicos una caja de gambas y langostinos para cenar, un detallito de pre-boda, nosotros ya habíamos preparado la cena para todos, pero bienvenidos sean, nos lo repartiremos, bueno mejor dicho yo me comeré las mini hamburguesas de pavo y ellos el marisco que tengo prohibido.
Velada tranquila, los chicos serenos, genial, a una hora prudente se van y quedamos para mañana por la mañana a las 9:30h.
Martes 20 de junio
Hoy es el día, hay que prepararlo todo, empezamos poniendo unas banderolas en la plaza del “Bar Antonio” justo en frente de la sede la OAC “Oficina de Atenció al Ciutadà” donde se hará la ceremonia. También en este caso, hechas a mano por Chelo, cuatro tiras de banderolas unas blancas y otras azules con dibujos marineros, sencillas pero bonitas.
Bajamos al puerto y colocamos el resto de las cosas, hace mucho calor, menos mal que la terraza está cubierta y el sol no nos toca directamente, nos ayudan también las dos mejores amigas de Laura, Irene y Gemma y el mejor amigo de Llorenç, Ori.
Todos nos ponemos manos a la obra y cada uno de nosotros hace un poco de todo así pasa el tiempo, todo va tomando forma hasta que llega la hora de comer, lo dejamos y nos retiramos.
Un plato de pasta de Kamut y, mientras Mon se va a la pelu, yo empiezo a escribir el blog. Sobre las 16:00h vuelvo a bajar para terminar de montar y regreso a casa para ducharme y vestirme. Un poco más tarde llega Mon con un recogido, está guapísima.
Sobre las 18:45h salimos hacia la plaza, Fale ya estaba allí y nos indica de poner unas sillas para que todos podamos estar juntos, en un plis lo hago. En un principio él propuso instalar una tarima, pero los chicos lo han descartado así que simplemente con las sillas, las banderolas y la familia, para ellos es más que suficiente.
Llega el alcalde, tiene pinta de simpático, se pone al lado de Fale, en seguida salen los chicos, juntos, así lo han querido, Laura con un sencillo vestido blanco, no precisamente el típico de una boda, lleva un ramo de rosas blancas simples, Llorenç con su traje negro y corbata elegante.
Llorenç lleva tranquilamente a Laura, que luce una gran sonrisa, hasta las sillas dispuestas para ellos, todos nos sentamos.
Las primeras palabras del alcalde son de bienvenida, habla del enlace y pasa a leer una poesía. La segunda parte es la obligada en estos casos leyendo los artículos del matrimonio, llaman a los testigos, Gemma y Ori para pasar a las preguntas típicas, una vez acabada la lectura, Irene lleva los anillos que cada uno pone al otro.
Queda todavía una tercera parte donde libremente escuchamos al alcalde hablar sobre el matrimonio de una forma simple pero clara, con estas palabras se acaba la ceremonia. A la frase, pueden besar a los novios, la primera en hacerlo es Marta y tras ellas el resto, yo lo hago cuando encuentro un hueco, Laura sigue sonriendo, Llorenç llora de felicidad, hay que bonito es el amor… un poquito más tarde ellos y los testigos entran en el local para formalizar el enlace con las firmas.
Habíamos preparado con anterioridad bolsitas con arroz, ellos salen del local y de una forma tranquila cada uno de los invitados les lanza su contenido, Abrimos unas botellas de cava con unas curiosas etiquetas que los chicos han sustituido a las originales, una pegatina divertida con ellos dibujados y cómo título: Triple L
Nos tomamos el cava, yo tan solo una media copa, nos quedamos allí una media hora hasta que ellos bajan al Club Nàutic para hacer una sesión de fotos, el resto bajaremos cuando Irene nos de la señal que llega sobre las 20:00h.
Una vez llegados a la terraza del Nàutic, nos tomamos el coctel de bienvenida a base de ginebra con zumo de naranja, mucho hielo, un trozo de naranja roja seca y una rama de tomillo, muy refrescante.
La mesa ha quedado preciosa, lástima que se ha levantado un poco el viento y las botellas de cerveza sin etiqueta preparadas como centro de mesa con flores se caen, así que procedemos a juntarlas en grupos de tres con una cuerda y pegarlas al mantel con cinta bi-adhesiva, solucionado.
Al final de la terraza hay una zona de chillout donde las personas mayores se sientan, al lado un grupo musical compuesto por un chico, ex compañero de escuela de Laura y dos chicas, empiezan a tocar en directo, mola. Laura y Llorenç se ponen a bailar, supongo que los invitados se estarán preguntando: En una boda primero se come y luego se baila ¿no? Efectivamente, pero la boda es de ellos y ellos han decidido hacerlo de esta forma lo cual me parece estupendo.
En lugar del típico cartón con el menú, los chicos han optado por un dibujo hecho a mano en colores pastel puesto sobre un caballete tipo pintor, allí todos podían ver lo que iban a comer: un aperitivo compuesto por jamón, pan de coca con tomate, buñuelos de bacalao, pulpo a la brasa con patatas confitadas y salsa “a feira”, brocheta de langostino con salsa romesco, mejillones a la marinera, croquetas de “carn d’olla” y calamares a la andaluza. Detrás cómo plato principal una lubina a la brasa con guarnición.
Sobre las 21:20h empiezan a salir los camareros y van sirviendo, todo el mundo sigue de pie y la gente se va intercambiando de grupo, se hace de noche poco a poco, la atmosfera es genial. Mientras vamos picando, la fotógrafa, con sus ayudantes hacen fotos y vídeos, no habrá ninguna foto típica de boda, solamente fotos naturales sin posar, otra muy buena idea.
Va pasando el tiempo entre risas, bocados, copas de vino, cervezas, se acaba el aperitivo, tomamos asiento. Según lo comentado por los chicos, ha habido ciertos problemas a la hora de configurar la mesa, es decir dónde va cada uno, yo como de costumbre no he querido interferir, es más mi propuesta fue la de sortearlo a la entrada, pero no ha prosperado y finalmente se han sentado los chicos con los amigos a su lado y luego el resto de la familia, María, Marta, Betty, Rosendo, Agustín y Conchita, Chelo, Rafa en un lado mientras nosotros nos sentamos en frente al lado de Alberto, perfecto.
Llegan las lubinas, el aspecto no es de lo más bonito, parecen un poco quemadillas, pero al empezar a comerlas el paladar dice todo lo contrario, sabrosas, nada secas, mejor imposible, hay que felicitar al chef, no es fácil servir en el mismo tiempo a cuarenta personas. Yo que solamente había comido algo de jamón me zampo la lubina en un plis, Mon no la acaba, yo intercambio el plato para que no quede feo dejarla allí…
Llega la hora del postre, nada de torta nupcial, diferentes tartas pequeñas se sirven al gusto de cada uno, de limón, de chocolate, de frambuesa entre otras. Una vez más sorprendente para muchos, yo me río.
Cava para el brindis, cafés, copas, discurso de Laura, de Llorenç, después el resto empezando por María, luego Irene y por último Marc cada uno aportando su granito de arena, expresando sus sentimientos hacia esta pareja genial y no lo digo porqué es mi hija, esto es algo que se ve, se respira en el aire. Mon y yo hemos tenido la suerte de poder compartir con ellos varios momentos en diferentes experiencias y su compañía siempre es agradable, divertida y positiva. Bueno lo dejo aquí para no ponerme demasiado tierno.
Poco a poco los invitados se van despidiendo hasta que queda un grupo reducido, al ser martes la mayoría trabajan mañana, sobre las 2:00h nos retiramos, fin del primer acto, el real y familiar. Ha salido todo bien.
Miércoles 21 de junio
Seguimos.
Nos levantamos sin prisa, después de desayunar y ducharnos bajamos al Nàutic y con la ayuda de los mismos que montaron, desmontamos, cargamos lo que cabe en el Golf y el resto lo llevamos al apartamento de Chelo y Rafa. Voy a comprar más cintas y un bote de pintura blanca.
Tarde libre, descanso.
Jueves 22 de junio
Subo a Barcelona sobre las 10:00h, recojo unas latas de refrescos encargadas por Llorenç y me voy al obrador para pintar el mueble que usamos en las ferias, lo aprovecharemos para poner conos de jamón para la fiesta de mañana que se celebrará en una torre en Collserola cuyo nombre es” Sol i Vida” (http://espaciosolyvida.com/news/solyvida-enero.html).
Voy a dar un repaso a todos los suministros para mañana, Francesc, las olivas, Juan, los jamones, en el restaurante Miño ya han llegado el parmesano, las servilletas negras y las cajas de Corona ya están en el obrador, espero no olvidarme de nada…
Tengo hambre, a comer.
Segunda capa de pintura y listo, regreso a Garraf.
Vienes 23 de junio
Hoy toca un día de bastante estrés, nos vamos a Sant Boi, dejamos aparcado el Polo de Mon y seguimos a Barna con el Focus que me han dejado, hasta la Boqueria, allí cargamos el furgón, para ello utilizamos los carros y las cajas apilables. Para bajar al parking hay que utilizar los montacargas, una vez dentro Mon se tapa la nariz ya que no soporta la mezcla de olores allí presentes, yo ya estoy acostumbrado. Repetimos la operación varias veces hasta que todo esté cargado. Subimos hasta la torre, nos indican de hacerlo por una calle del interior del recinto no asfaltada con una curva bastante pronunciada, una vez arriba compruebo que será bastante complicado hacer maniobra cuando llegue la hora…
Allí están, cómo no, Laura y Llorenç, empezamos a descargar y a colocarlo todo en su sitio, va pasando el tiempo, la parte más divertida es cuando Laura saca unas bolsas con unos patitos pequeños de plástico de color amarillo y empieza a ponerlos en la piscina, claro ¿Dónde van a estar los patos? En el agua, Mon la ayuda, yo también.
Pasa el tiempo, ya es mediodía, todo está controlado, nos vamos, Mon tiene pelu, el plan es dejarla allí, yo seguir para Garraf. Esto era el plan, pero no habíamos contado con que hoy es la verbena, nada más llegar a la ronda colapso total…
El tiempo empleado desde la entrada a la ronda de Via Augusta hasta la salida para Sant Boi ha sido de una hora, no está nada mal… dejo a Mon y regreso a casa. Preparo algo de comer, me siento en la terraza y veo que la caravana en dirección Sitges sigue tanto por la autopista como por la carretera de las costas, pienso: menos mal que luego voy en dirección Barcelona y por este lado nadie…
Más tarde llega Mon, hoy con un peinado completamente liso, esta mujer no deja de sorprenderme, se cambia y nos vamos. Sigue la caravana en dirección sur, nosotros sin problemas llegamos a nuestro destino.
Todavía es pronto, seguimos ayudando a preparar las últimas cosas, yo me encargo de poner las servilletas en forma de flor, la base negra y encima las amarillas pequeñas, quedan bien la combinación de los manteles de plástico colorados, siii, los típicos que se ven en los mercados de toda la vida.
Colocamos la media forma de parmesano justo al lado de Gerónimo, el chico que se encarga de cortar el jamón, ha traído dos paletillas previamente cortadas y deshuesadas y un jamón entero.
Empiezan a llegar los invitados, poco a poco, pero sin pausa.
Al lado de la piscina se coloca el “pulpeiro”, gallego naturalmente, con sus pulpos, patatas y algas.
En el lado opuesto ya se ha posicionado el horno de leña para las pizzas, un bonito cartel indica los cuatro tipos que se pueden escoger con los cuatro apellidos de los novios, el que lleva el mío lo he escogido yo: Pizza blanca con trufa que ya probamos en su día en Can Pizza de El Prat.
Llega más gente…
En la parte de arriba una chica contratada previamente se pone a hacer caricaturas a quien se lo pide. Después de la barra otra chica conecta su Mac Book con el fin de poner música toda la velada. Ya me parecía que tenía pinta de DJ…
Oscurece, hablo con varias personas que ya conocía, otras no. Por fin se me acerca el amigo italiano de Laura, Dario, simpático a pesar de ser romano, jii, que viene con su pareja. Había oído hablar de él durante varios años.
Apareje JL con Fina, formamos ahora grupo con Chelo y Rafa, todo el mundo comiendo y bebiendo, yo cerveza sin alcohol, hoy tengo que estar en condiciones para poder sacarlo todo al final de la noche, mañana tienen otra boda, lo que no se saca hoy pasa a ser propiedad del dueño de la finca por contrato, que le vamos a hacer…
La primera parte de la noche transcurre de una forma más que natural donde se entremezclan sonrisas, risas, fotos, comida, copas, cervezas, gente de aquí y de fuera, en su mayoría jóvenes, yo soy el tercero más mayor.
Una vez acabado el pulpo y las pizzas, solamente sobra el jamón y el parmesano, se pasa a tomar cafés y copas, acto seguido empieza la música escogida por los chicos.
Todo el mundo a bailar, nosotros nos sentamos en una mesa, hasta ahora todo el rato ha transcurrido de pie, y como de costumbre JL empieza a contar historietas, risas, muchas risas, curioso ver cómo el alcohol va haciendo efecto a las personas, esto no lo había notado tanto antes porque yo también bebía. Mon está conmigo, solamente ha tomado unas cervezas y ahora agua.
Pasan las horas, una pausa para que los chicos hablen a los invitados, buen rollo, todo está saliendo bien, perfecto. Me quedo con la frase de Laura cuando cuenta que fue ella a pedir a Llorenç de casarse y la respuesta fue: pues vale, jajajaja.
Sigue el baile, poco a poco los invitados se retiran, al estar en la montaña, hay que pedir taxis que tardan una media hora en llegar.
Una ronda de coca de Sant Joan no puede faltar.
Suerte que nadie se ha caído en la piscina.
Sobre las 4:45h Mon me dice que lo mejor es que nos cambiemos y nos pongamos en marcha, hay mucha cosa que hacer. En una hora todo está cargado en el furgón, quedamos muy poca gente. Una última revisión y nos largamos.
Más de veinte maniobras han sido necesarias para dar la vuelta, encarar la bajada y salir de la finca, pero está conseguido, chino chano por la Ronda de Dalt y la C32 llego a Garraf, aparco, Mon también, a descansar.
Sábado 24 de junio
Día de relax, por la tarde vienen los chicos y hacemos el reparto de las cosas que hay en el furgón, nos quedamos con una caja de Corona que siempre va bien tener.
Domingo 25 de junio
Último día de estas mini vacaciones, se ha acabado todo, ha sido una semana intensa a disposición de los chicos, ha salido todo perfecto, estoy contento.
Ellos esta noche cogen un ferry y se van a Menorca con la moto toda la semana, unas mini vacaciones para ellos a falta del verdadero viaje en agosto, destino: Japón.
Disfrutar chicos!!!
2017_Camino de Ronda: Parte II y III
junio 4, 2017
El lunes 5 de junio es la segunda pascua, festivo en Barcelona, como de costumbre es una oportunidad más para disfrutar de dos días seguidos. Al momento de hablar sobre lo que podíamos hacer salieron un par de propuestas por mi parte y otra por parte de Mon, optamos por la de ella: hacer otro tramo del Camino de Ronda que tanto nos gustó el año pasado en Sant Feliu de Guixols.
Miramos por internet y decidimos hacer una parte el domingo y otra el lunes así que una vez calculado el tiempo del trayecto motorizado, decidimos subir hasta Llançà donde reservamos hotel y hacer el tramo que llega hasta Port de la Selva.
La previsión del tiempo hasta ayer era incierta, lluvias dispersas, pero anoche la cosa ha cambiado bastante así que hemos decidido subir con Desy.
No puedo no expresar mi felicidad en ver que la Juve pierde, una vez más, una final de Champions, querrían hacer el triplete, pero no, en Italia el único equipo hasta la fecha es el Inter.
Domingo 4 de junio
Esta mañana vamos a por ella y nos largamos pronto. Autopista hasta la salida de Figueras y llegamos sin problemas a Llançà donde el GPS nos deja cerca del hotel. El aparcamiento privado es de piedrecitas con un bordillo no apto para nosotros, aparco en la calle enfrente del mismo hotel.
Son las 12:00h y la habitación no estará hasta las 14:00h pero nos dejan un baño donde nos ponemos cómodos y nos vamos.
A unos pocos metros del hotel llegamos al puerto, compramos unas botellas de agua y allí en frente nuestro vemos un camino que sube por una roca, al acercarnos le digo a Mon: por allí no puede ser si es en dirección contraria a la que debemos ir. Efectivamente a nuestra derecha bien señalizado con el dibujo en el suelo, las dos rayas blanca y roja y un cartel GR92 empezaba el camino.
El primer tramo, dentro del término municipal de Llançà, es un sube y baja con acceso a diferentes calas y playas, el cielo está bastante nublado pero el sol está a punto de vencer las nubes o es lo que a nosotros nos apetece.
Pasamos cerca de muchas torres, algunas en mal estado y otras en perfectas condiciones, curioso ver que la mayoría de la gente que está en ellas son franceses, está claro que estamos cerca de Francia, pero no deja de sorprenderme.
Mirando hacia Llançà, unas nubes negras se acercan a la costa. Según la App del tiempo las posibilidades de lluvia son de un 30% a partir de las 15:00h, porcentaje que sube conforme pasan las horas. Comentamos qué si la cosa se pone fea, para el regreso siempre estamos a tiempo de coger un taxi.
Vamos gastando los botellines de agua y nos sentimos muy a gusto de poder mover nuestros cuerpos paseando en paz y armonía con la naturaleza, el tramo no es tan bonito como el del año pasado, pero es muy agradable.
Dejamos atrás todo tipo de construcción para recorrer la parte que enlaza con Port de la Selva donde nos paramos delante del primer cartel. En internet leímos que el tiempo para recorrer este tramo era de unos 50min pero el pueblo se divisa a lo lejos así que todavía nos falta bastante tiempo para llegar hasta allí.
Conforme la visión se va engrandeciendo vemos similitudes con Cadaqués, una iglesia grande en el centro del pueblo y todas las casas de color blanco, enviamos una foto a Inma que al rato nos contesta.
Casi llegamos a las 2h de caminata, ya estamos en Port de la Selva, Abro la App de TripAdvisor para buscar un restaurante que valga la pena, hay mucha hambre, el primer intento fallido, en el segundo hemos tenido más suerte. Nada de especial pero tampoco malo. Comida a base de pescado, agua y café así no nos levantamos pesados.
Propongo regresar andando, pero Mon prefiere la opción taxi que cogemos no antes de dar una vuelta por el pueblo. En una terraza nos encontramos a nuestro vecino, a veces pasan semanas sin cruzarnos y ahora lo vemos aquí, casualidades de la vida.
Una vez en el hotel, siesta para Mon y blog para mi 🙂
De nuevo preparados y listos para salir, ahora sí que está lloviendo, estamos un poquillo quemados en el cuello y la cara, parecía que el sol estaba tenue o es que cada vez quema más…
Mientras esperamos que deje de llover, repasamos el itinerario de mañana y nos hemos dado cuenta que efectivamente la ruta de hoy marcaba 2h mientras la de mañana 50min.
Esta noche tenemos mesa reservada en el restaurante Els Pescadors (http://www.restaurantelspescadors.com/ca/index.html) puntuado número uno en TripAdvisor.
Antes de seguir debo añadir que llevo aproximadamente un mes y medio a régimen estricto y tendré que seguirlo durante un año con el fin de solucionar los problemas de mis erupciones cutáneas, para ello una limpieza del tubo digestivo es necesaria, me encuentro estupendo, el resultado de las pruebas de sangre está perfecto, la dieta consiste básicamente en comer pollo, pavo, conejo y pescado blanco.
No es que todo esto no me guste, pero soportar la prohibición, nada de: carne roja, marisco, alcohol, café, atención lo repito por si no ha quedado lo bastante claro, nada de café y me está costando mucho más no tomarlo que en su día haber dejado de fumar.
Tras mi última visita, he obtenido permiso para comer un par de veces al mes carne roja y hoy la he aprovechado, un jugoso filete de vaca de Girona que me ha sabido a gloria y para acompañar, una botella de tinto Pago de Capellanes, excelente Ribera de Duero que no está permitido, pero por una noche no pasa nada. Óptima cena, buen restaurante, velada genial.
Lunes 5 de junio
Hoy amanece nublado pero la previsión no es de lluvias, desayuno, ducha, maletas y en marcha. Por carreteras secundarias y con poco tráfico vamos alejándonos de Llançà y nos acercamos a Begur donde bajamos hasta Sa Tuna y aparcamos a Desy.
Nos ponemos el pantalón corto y empezamos el camino en dirección norte. Este tramo es todo de piedra alternando plano con escaleras empinadas, las vistas son sobre el acantilado, agua limpia, vegetación, gente paseando, chino chano llegamos hasta Aiguafreda donde paramos a comprar en un chiringuito unas botellas de agua.
Un tramo más que concluye con un desnivel importante nos lleva hasta un enorme complejo hotelero que corta el camino. A partir de aquí hay que seguir por la carretera, no es nada bonito, una media hora donde la primera parte no tiene nada y la segunda transcurre entre torres hasta bajar otra escalera quizás aún más larga que el anterior. A partir de aquí el camino se hace irregular, seguimos un buen rato hasta que Mon me comenta que no nos va a dar tiempo a llegar hasta Sa Riera y volver para estar a las 14:15h donde hemos quedado para comer junto a Inma y Edu en el Restaurante Aigua Blava (https://www.hotelaiguablava.com/hotel) así qué regresamos.
Garvin nos guía hasta el restaurante donde aparcamos sin problema, allí nos reunimos con nuestros amigos en la terraza, el cielo sigue nublado, a veces algunos rayos de sol nos alcanzan, la temperatura es agradable, la compañía, como de costumbre, perfecta. Curioso ver por primera vez que comemos sin beber ni una sola gota de alcohol, Inma no bebía tampoco antes, Edu desde que se ha vuelto ciclista también lo ha dejado todo, yo ya lo he dicho y Mon me acompaña también desde hace semanas así que agua fría y buenos alimentos.
Hablamos del Camino de Ronda y ellos nos invitan, una vez más, en subir a Cadaqués para hacer el tramo que va desde allí a Portlligat-Cap de Creus ofreciéndonos la posibilidad de venir a buscarnos ya que este tramo es de unos 10Km y unas 5 horas, lo tendremos seriamente en cuenta.
Ellos también han venido en Harley, de hecho, estrenan Screaming nueva de color gris claro y gris oscuro, bonita y discreta, raro en este modelo elitista que lleva el cierre automático de las alforjas, tendré que preguntar cuánto vale ponerlo…
Arrancamos y regresamos por la C31, parada técnica para repostar y sin correr llegamos hasta la autopista donde seguimos hasta el peaje, allí nos despedimos, hasta la próxima pareja genial.
El resto del viaje de regreso sin incidencias, parada técnica en Castelldefels donde limpiamos a Desy y la dejamos con el lleno lista para acompañarnos la próxima salida.
Siguiente acontecimiento dentro de dos semanas, la boda de Laura y Llorenç, me hago mayor…