La previsión anunciada para la próxima semana conlleva una llegada de un frente frío siberiano pero hoy tenemos un domingo con temperaturas suaves por lo tanto salimos y lo hacemos en dirección Barcelona.

Una vez llegados al parking me doy cuenta de que me he dejado la llave del Golf y la GoPro, pues nada, Mon lleva la del Polo y nos vamos con el, conduzco yo.

Si bien es cierto que el cielo está despejado, cuando salimos de la Ronda de Dalt, conforme vamos subiendo, nos damos cuenta de que la visibilidad sobre la Ciudad Condal es pésima y allí Mon me suelta: todo lo que está pasando son señales de que hoy no es el día para subir a la Torre de Collserola. Sigo subiendo.

Una vez arriba, entramos en el parking del Tibidabo, aparcamos y andando nos acercamos a la torre. Una vez allí, todos los accesos están cerrados, preguntamos a un chico que está manipulando una manguera y nos dice que la torre abre sus puertas a partir del próximo sábado. Regresamos al coche.

El parking del Tibidabo está muy mal montado, hay que subir hasta el parque de atracciones para abonar el importe, un cajero automático sería lo lógico.

Como de costumbre en estos casos, buscamos algo alternativo para hacer y se me ocurre ir a ver una obra poco conocida de Gaudí que aún no habíamos visto: el portal y la pared de la Finca Miralles (http://www.portalgaudi.cat/els-edificis/portal-i-tanca-finca-miralles/).

En aproximadamente veinte minutos llegamos al paseo Manuel Girona, aparcamos cerca y andando unos metros llegamos.

El estado de la construcción es pésima, está cómo abandonado a su lenta y continuada erosión del paso del tiempo. La parte de obra está sucia, presenta humedades y grietas, la parte de hierro tiene hasta trozos de alambre que aguantan la estructura, penoso de verdad.

Este ha sido un trabajo menor que el industrial Miralles, amigo de Eusebi Güell, encargó a Gaudí. Inicialmente era para construir la residencia completa pero finalmente se quedó en la pared perimetral ondulante y la puerta de la entrada a la finca, para el resto del proyecto se encargó Domènec Sugranyes.

La parte superior de la pared tiene una reja metálica a forma de red de pescar. El portal tiene dos entradas que originarimente eran para las personas y el carruaje, en la actualidad la pequeña queda cerrada y la grande abierta.

En el año 2000 se puso una estatua de Gaudí en tamaño real y una placa en el suelo, naturalmente un selfie es de rigor.

Bueno una visita más para añadir al listado pero que vale la pena ver.

2018_Casa Vicens

febrero 19, 2018

Seguimos imparables añadiendo visita tras visita, domingo tras domingo, hoy ha tocado Casa vicens (https://casavicens.org/es/), el primer encargo al joven arquitecto Gaudí.

El horario escogido para nuestra visita en catalán es a las 16:30h para que podamos levantarnos con calma y sin prisa irnos a Barcelona. Decidimos comer en Napoletani D.O.C. en la calle Diputació donde Enzo nos atiende estupendamente, comemos literalmente hasta casi reventar y salimos con el tiempo justo para poder entrar un minuto antes del inicio de la visita guiada, uff.

Nos situamos en la parte trasera de la casa donde originariamente había el jardín, ahora está todo cementado con alguna palmera alta. La chica que nos hace la visita empieza a contarnos la historia de la Casa Vicens, su construcción que empezó en el 1883 y terminó en el 1885 ha sido la verdadera primera obra de Gaudí, aquí podemos fijarnos en las líneas bastantes rectas de la edificación, estilo que cambió en el resto de sus proyectos.

Originariamente la casa era exactamente la mitad, cuando en el 1899 la viuda del señor Vicens vendió la casa, el nuevo propietario encargó la ampliación de nuevo a Gaudí el cual no pudo aceptar debido a la cantidad de trabajo que tenía y envió a un discípulo suyo que se encargó de hacer la otra mitad básicamente siguiendo el mismo diseño.

La casa es preciosa, las combinaciones de colores son increíbles, piedra con baldosas blancas y verdes combinadas con color rojo tierra, las persianas son de color ocre, es un verdadero espectáculo para la vista. Nos paramos a observar la tribuna cubierta, en medio una fuente y en su parte superior una estructura de hierro ovalado el cual servía para distribuir el agua y reflejar la luz del sol.

Accedemos a su interior por unas escaleras, esta entrada no es la que originariamente existía, se hizo en el 1925 cuando se amplió la calle y se cerró la antigua entrada. En esta planta encontramos el recibidor, el salón comedor justo en el medio y una sala de fumadores, todos los espacios son fuertemente decorados al puro estilo modernista, paredes, techos, sin lugar a dudas, la restauración ha sido muy meticulosa, otra vez tengo que matizar que es un regalo poder observarlo todo.

Pasamos ahora por la escalera central completamente reformada para el acceso con la normativa actual y con ascensor pintada completamente de blanco para precisamente diferenciarla de la parte original. Dejamos la planta noble y subimos a la primera planta donde visitamos las dependencias privadas, las habitaciones, el lavabo y una sala de estar. Salimos a la terraza donde hay unos bancos de madera sobre hierro, a cada esquina unos cuadrados de piedra con baldosas en relieve con diseños florales preciosos y una planta en su interior, muy pero que muy bonitas.

No hace falta decir que desde antes de entrar y durante todo el recorrido no hemos parado de hacer fotos.

Volvemos a la escalera y subimos al terrado saltándonos la segunda planta, aquí podemos observar de una forma evidente las diferencias entre la primera y la segunda construcción de la casa. En el lado más antiguo hay una cubierta transitable que se construyó con la idea de que fuese un lugar de observación y contacto con la naturaleza, hay que recordar que en aquella época aquí se estaba lejos de la ciudad. Podemos observar también tres sombreros de las chimeneas y una cúpula en una esquina que posteriormente ha sido replicada en la parte nueva, cuya cubierta es totalmente plana, para así seguir el diseño original.

Bajamos ahora a la segunda planta donde vivía el personal de servicio, ahora alberga una exposición permanente donde podemos apreciar unas maquetas con las diferentes construcciones y reformas habidas durante su historia. Aquí se acaba la visita guiada, un diez a la chica que nos ha hecho de guía, no hay nada que hacer, cuando un guía es bueno uno se va con un buen sabor de boca y si además el lugar visitado ha valido la pena el resultado es lo más.

Nos vamos encantados de haber podido visitar esta preciosa casa, visita imprescindible en Barcelona.

la primera imagen del día, o la última de la noche, ha sido verme subiendo encima de Desy para ir a alguna parte. De inmediato abro los ojos, miro la hora, las 7:51h y pienso que el sueño hay que convertirlo en realidad así que me levanto, preparo el desayuno, despierto a Mon y le propongo una salida mañanera en moto con destino a uno de los sitios apuntados en el listado de Cataluña pendiente de visitar, el Santuario de Montserrat de Montferri en la provincia de Tarragona (http://www.ajuntamentmontferri.cat/santuari-de-la-mare-de-deu-de-montserrat/) y regreso para la hora de comer. Propuesta aceptada.

Mientras Mon se ducha voy a por Desy y regreso a casa. Salimos sobre las 10:15h, Garmin dice que tardaremos aproximadamente una hora en llegar, perfecto, la visita es a las 11:30h. Costas del Garraf con relativamente poco tráfico, el cielo está algo nublado pero el sol nos ilumina, las temperaturas son todavía bajas 6-7º pero van subiendo. Pasamos Sitges y seguimos hacia el sur, nos cruzamos con varias motos, saludos de rigor y poco más que contar hasta que nos desviamos de la carretera principal en dirección Montferri donde llegamos en seguida y, justo antes de ver el pueblo, Mon me dice: mira, allí está.

Nos desviamos por una carretera estrecha que ha resultado no ser la correcta, vuelta atrás y ahora si que llegamos al aparcamiento donde hay dos autocares y unos cuantos coches, aparcamos, sacamos unas fotos y nos acercamos. Entramos, está lleno de gente mayor sentada en los bancos y otra de pie, una señora se acerca y nos pide 2€ para la entrada mientras una señora mayor está explicando la historia del Santuario.

Esta obra es del arquitecto modernista Josep Maria Juliol, discípulo de Antoni Gaudí y se inició en el 1925, la construcción se tuvo que parar primero por falta de recursos y luego por la Guerra Civil. Sucesivamente cayó la estructura por una ráfaga de viento y quedó así durante décadas. Finalmente en 1984 se retomó la construcción y finalmente pudo ser inaugurado en el 1999.

El edificio está ubicado en lo alto de una pequeña colina, sus formas con puntas redondeadas recuerdan mucho las de la montaña de Montserrat, por dentro está formado por arcos parabólicos, la planta tiene forma barco orientado hacia Montserrat por un lado y el pueblo de Monferri por el otro, hay varias vidrieras de distintos colores, la parte central tiene una altura de 27m. Hay una escalera en cada lado donde se puede subir para ver una reproducción de «la Moreneta», recorrido que hacemos mientras la señora sigue con sus explicaciones antes de que todo el inserso haga lo mismo.

Sigue entrando gente, nosotros nos vamos a dar una vuelta para verlo por fuera, lástima que no se puede ver desde el lado más bonito ya que la «proa» del barco está literalmente suspendida en el vacío reposando sobre unos arcos que sí llegan hasta tierra. Nos vamos ahora a la cueva que está unos metros más atrás pero está cerrada. Seguimos el camino hasta poder ver una estructura moderna, el campanario donde justo en este preciso momento empieza a dar movimiento a las campanas. Nos vamos.

Ya en el parking llega un grupo de moteros que aparca cerca de la mía, al acercarme el que me había casi cerrado, la mueve un poco para dejarme maniobrar y salir, gracias y hasta luego. Regreso a casa con temperaturas más agradables sin nada que destacar. vermut en casa en compañía de Alba, una buena carbonara y tarde de sofá.

Seguimos conociendo rincones menos conocidos que valen la pena ser visitados.

Inicialmente el plan para este domingo era otro pero la previsión del tiempo nos ha obligado a cambiar sobre la marcha, lo único que no ha cambiado ha sido quedar con Carlos y Adelin.

Amanece con sol y nubes pero en poco menos de una hora ha empezado a llover, una lluvia anunciada para hoy y mañana. Nos ponemos en marcha y vamos a buscar a nuestros amigos con tiempo a su nueva casa, Mon lleva un ramo seco muy bonito con tonos rosas, color preferido de Adelin. El GPS nos lleva hasta destino en una zona de Sant Boi de Llobregat para mi completamente desconocida. Entramos, besos y nos vamos, dirección parking de la Boqueria, dejo conducir a Carlos que aún no había probado el Golf.

Una vez llegados a destino salimos del parking, abrimos los paraguas y caminamos por la calle Hospital hasta la Rambla del Raval donde nos paramos a tomar un café en la cafetería de un hotel recién abierto. Una vez fuera, llegamos a nuestro destino puntuales, sigue lloviendo, esperamos unos minutos hasta que se acaba la misa, sale la gente y también nuestro guía que nos invita a entrar.

Nos encontramos en el Monasterio de Sant Pau del Camp (https://www.monestirs.cat/monst/bcn/cbn02camp.htm), se trata de un monasterio de estilo románico, el único existente en la Ciudad Condal ya que del otro conjunto, Sant Pere de les Puel·les, solamente queda en pie la iglesia.

Mientras un chico va desmontando el altar después de la celebración de la misa, el guía nos va explicando la historia del monasterio, se nota que es historiador y le gusta lo que hace. La verdad es que prácticamente no hay documentación propia de este lugar que, al momento de su construcción, se encontraba bastante lejos de las murallas de la ciudad, algunas referencias de este monasterio aparecen en el siglo X pero seguramente no tenía comunidad, se cree que la documentación propia se debe de haber perdido cuando sufrió el ataque de Almanzor, un moro, que llegó a atacar también la ciudad.

En el siglo XVI se encuentra la lápida de conde Borell muerto en el 911, esto hace pensar que en aquella época debía de ser lo suficientemente importante cómo para que el conde de Barcelona estuviese sepultado aquí. De todas formas se cree que la comunidad desapareció debido a que no hay ningún documento que hace referencia a ello.

El guía sigue con sus explicaciones cautivándonos por el énfasis en su charla histórica, hubo lo que podría ser una segunda fundación mucho más tarde, entorno al año 1117 donde pasó a depender de la Santa Sede. De todas formas el monasterio en si no tuvo demasiada importancia exceptuando que ha sido sede de la Confederación Claustral Tarraconense y que aquí se celebraron reuniones de el Consell de Cent.

Hasta aquí la historia y ahora se da paso al tema arquitectónico, el estudio de las piedras dice que, a pesar de que en aquella época era costumbre reciclar, podemos tener cierta seguridad en decir que la actual iglesia debe de ser de principios del siglo XII. Es pequeña no muy alta pero es lógico para aquella época.

El suelo es de adoquines, son de una reforma de finales del siglo XX pero en los laterales son muchísimo más antiguas.

Salimos de la iglesia pasando por otro local, una vez fuera nos encontramos un claustro relativamente pequeño. Las explicaciones siguen a cerca de los distintos estilos de las decoraciones en las piedras donde podemos apreciar semi arcos, columnas, animales, en la pard contigua a la iglesia dos tumbas.

Damos la vuelta completa, entramos en un local moderno utilizado para conferencias, salimos al exterior.

Unas explicaciones sobre la fachada de la Iglesia donde podemos destacar que en su parte superior encontramos una plataforma che probablemente era utilizada para la defensa de los ataques exteriores.

Una última vuelta por fuera donde destacaría unos arcos puramente decorativos típicos lombardos, aquí también mis ancestros dejaron huella.

Nos despedimos, interesante visita de una hora y además gratuita, la recomiendo para aquellos que quieran seguir conociendo los rincones de Barcelona.