2014_Bucarest, Día 2

octubre 5, 2014

El exceso de Alcohol de anoche lo he notado esta mañana nada más levantarme, no era una sensación límite pero sí de cansancio, a pesar de todo a las 8:00h estaba de pié. El desayuno no es de los que yo consideraría óptimo, mas bien regular pero hemos comido lo suficiente como para salir con energía.

Hoy toca todo el día en la capital del país, coincidimos con el cierre total del tráfico rodado en el centro en ocasión de una maratón así que nos desplazamos a pié.

Volvemos a pasar por alguna de las calles que ya recorrimos anoche con la clara diferencia de no haber ninguna terraza montada y con las explicaciones detalladas de Alex. Hace bastante frío, 7º.

Bucarest es una ciudad de unos 2 millones de habitantes y una de las capitales europeas más desconocidas. El primer texto escrito que habla de ella corresponde al año 1459, ha sido enlace comercial entre oriente e occidente, desgraciadamente se halla en una zona sísmica, hecho que la ha penalizado a lo largo de los siglos, todavía hoy en día existen algunos edificios que están marcados con un cartel redondo de color rojo el cual indica que en caso de un terremoto lo más seguro es que se vayan abajo pero allí sigue viviendo gente, un contrasentido.

Nuestro recorrido pasa por edificios de arquitectura neoclásica, imitación del estilo francés, primero vemos el que alberga la «Banca Nationala», luego la Biblioteca Nacional, la iglesia de la Asunción de Curtea Veche de mediados del siglo XVI, la más antigua de la ciudad, tiene su fachada en ladrillo y frescos en el interior desgraciadamente muy deteriorados.

Siguiendo nuestro paseo en dirección norte pasamos por delante de un edificio militar, la universidad, hasta llegar a la plaza de la Revolución, enorme, allí Alex nos enseña el Ateneo Rumano, el Museo del Arte, antiguo Palacio Real y el edificio donde desde un balcón, Ceaucescu  pronunció su último discurso.

Regresamos cerca del hotel y subimos a la furgoneta y es allí donde alucino debido a que el volante estaba bloqueado con un hierro extensible de los que yo recuerdo haber visto en mi juventud.

de allí nos vamos a dar una vuelta a la zona de las embajadas, pasamos por una de las residencias del dictador para finalmente pararnos y entrar a visitar el Museo de la Aldea, síntesis de la arquitectura rural del país donde podemos apreciar los diferentes tipos de construcciones a lo largo de la historia.

Al dirigirnos en dirección del hotel pillamos un atasco monumental, la culpa la tiene la maratón, aguantamos una media hora prácticamente parados en el tráfico hasta que decidimos regresar andando, decisión acertada.

Un buen solomillo en otro restaurante recomendado, el City Grill ubicado muy cerca del hotel y por la tarde descanso, esta mañana hemos andado mucho y anoche dormimos poco.

No hay que olvidar que las vacaciones también sirven para descansar, de hecho la siesta ha sido de casi dos horas, descarga de fotos, escribir en el blog me ha llevado otra hora abundante. Después una cena en otro restaurante recomendado el Caru’ Cu Bere de la misma cadena que el del medio día donde probamos las salchichas del país, un poco fuertes y el dulce típico local cuyo nombre es papanasi.

Mañana salimos hacia Sibiu.

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