2015_Rio de Janeiro, Día 2
mayo 4, 2015
Hoy es el primer día completo en Rio así que vamos a visitar la atracción turística mas frecuentada de la ciudad: el Cristo Redentor.
Sobre las 7:00h me despierto, hay que tener en cuenta que aquí el sol sale muy temprano, un poco más de descanso y en pié, ducha, luego Mon y JL, suerte que tenemos dos baños. Una vez listos, salimos a la calle y entramos en el primer bar que encontramos para desayunar. Este país es rico en fruta, Mon e yo pedimos un «vitamina» que consiste en un batido de fruta, hoy con papaya, banana y piña (por fin ya no tengo alergia), JL un zumo de melocotón, acompañado con un sandwich de jamón y queso, un café tipo americano cierra el «café da manhã».
Con un «rodoviaria», el bus de línea, llegamos a los piés de la montaña del Corcovado que ubica la famosa estatua del Cristo Redentor, imagen que todos hemos podido ver en cualquier película rodada en Rio.
Sacamos los billetes para subir con el tren (http://www.corcovado.com.br), el tiempo de espera es superior a la hora, no hay problema, salimos del recinto y nos metemos en un parque y disfrutamos de una conversación que no tiene límite hasta el punto de que casi perdemos el tren de las 12:00h hora prevista en nuestros billetes.
La subida «tela marinera» el desnivel es brutal, tanto cómo para que las paradas intermedias se llegan a apreciar cómo torcidas al revés. Una vez arriba, cuesta un poco bajar del tren y encontrar el equilibrio, JL escoge el ascensor para subir hasta la estátua mientras nosotros usamos las escaleras.
Arriba la estatua que de por sí no tiene nada en especial pero las vistas son espectaculares dominando casi a la ciudad entera, la bahía, el lago, las islas, los dos aeropuertos y el puente que une la ciudad con Nisterói a el oeste. Fotos y más fotos, la temperatura es ahora de 33º.
Bajamos, no antes sin haber comprado un pin para mí y un dedal para Tere, la madre de Mon.
Otro autobus nos lleva al Jardín Botánico (http://www.jbrj.gov.br) segunda atracción prevista para hoy. Allí hay un pequeño edificio que alberga un bistrot: la bicyclette (http://www.labicyclette.com.br) un lugar tranquilo donde se puede comer a la carta o un menú del día muy equilibrado entre calidad y precio.
El paseo en el parque nos hace bajar completamente la comida, infinidades de plantas y árboles son el entorno natural que nos acompaña en la siguiente larga hora. Una visita que recomiendo si uno quiere relajarse después del alboroto del Corcovado.
Otro autobus nos lleva hasta Botafogo donde entramos en un CC, allí probamos lo que está de moda aquí en Brasil: un polo relleno de sabores, en mi caso maracuyá con leche condensada y para Mon yogurt con Mora, una idea que quizás se podría exportar a España.
El metro nos lleva muy cerca del apartamento, esta noche toca disfrutar de jamón del bueno e ibéricos que nos hemos traído de la Boqueria. Caen dos botellas de Rioja, risas y la velada se acaba con mi explicación sobre el programa previsto para mañana: el centro de la ciudad.
mayo 14, 2015 a las 1:37 AM
Primer día, primera sorpresa, ciudad limpia, cuidada, gente amable, y de fondo el ruido del mar, que nostalgia !!!!