2017_Tour B: Megalitos, Día 10
noviembre 14, 2017
9:15h deja-vu.
Seguimos con Sofia, los moai y las chicas filipinas, se añaden cuatro personas más, en total ocho, el máximo admitido, seguimos siendo los únicos de habla español.
Salimos de Hanga Roa, primera parada Urenga, hoy vamos a conocer el proyecto de conservación de los moai, uno a lo mejor piensa que una piedra no lo necesita pero no hay que olvidar que la exposición constante al viento y a las lluvias, los líquenes, algas en simbiosis con un hongo que se alimenta de la humedad del moai, son perjudiciales y por lo tanto necesitan de una intervención que dura unos tres meses. Durante este periodo, no pueden estar en contacto con el aire.
Detrás del ahu, un poco alejado hay una base de piedras que funcionaba como crematorio, aquí los antropólogos han podido recabar mucha información con los restos de huesos.
Nos dirigimos ahora a la costa, parada en Vinapu, ahu con varios moai caídos, una cara semi-enterrada parece la de un simio. En el lado más cercano a las rocas negras que llegan al mar hay un punto donde, al entrar el agua del mar a través de las olas, sale un ruido parecido a el de las ballenas cuando sacan el aíre.
La siguiente parada la efectuamos en Akahanga donde podemos observar perfectamente las bases de las que fueron las casas-botes de los rapanui, ovaladas y muy estrechas, en ellas no podían estar de pie, las utilizaban simplemente para resguardarse de noche y descansar, su vida durante el día era siempre fuera. También aquí hay mucho moai tumbados.
Empieza a llover bastante, nos refugiamos en una cueva cercana, al poco rato deja de llover, algo muy común en la isla.
Llegamos ahora en el lugar donde se hacían los moai, la cantera. La imagen que se suele ver en internet es la de un moai o varios pero siempre enteros, pues bien aquí estamos delante de una montaña repleta de moai en diferentes posiciones, enterrados casi del todo, semi-enterrados, de pie, tumbados boca arriba, en fase de entallado junto a la roca, de tamaño normal, grande y gigante, una imagen impactante, para mi la que más.
Sofia sigue explicándonos todo sobre los moai, es prácticamente imposible poder almacenar tanta información, mirar alrededor, sacar fotos, soy hombre, no nos olvidemos…
Una leyenda sobre una mujer bruja delante del único moai de rodillas acaba la visita en este lugar emblemático, nos queda Tongariki no muy lejos de aquí, allí que vamos.
En este sitio podemos observar el mayor ahu de toda la isla, ubicado muy cerca del mar, hace unos años, cuando hubo un terremoto en Chile continental con la mayor magnitud registrada en la historia y se produjo un tsunami tan violento, arrasó con todo lo que encontró a su paso entrando precisamente en este lado de la isla.
Para poder encontrar los recursos económicos para volver a reconstruir el lugar con su ahu y los quince moai, a alguien se le ocurrió la idea de llevar un moai por el mundo para enseñarlo, idea acertada ya que Japón financió la operación. Una vez acabado el trabajo se regaló un moai al país nipón que a su vez fue destruido tras el terremoto que destrozó todo hace muy poco tiempo. Otro moai de dimensiones reducidas fue de nuevo regalado, unos niños japoneses vinieron a la isla para recogerlo y llegó hasta Japón juntos a otros niños rapanui que le acompañaron.
Cena en otro restaurante, recomendado por Sofia, bastante lejos de nuestra cabaña. Una vez allí nos encontramos con muchas mesas ocupadas, nos dicen que hay demora, nos sentamos y junto a un Maracuya Sour, la puesta de sol, nuestra compañía y sobre todo el inexistente estrés acompañado con un buen Casillero del Diablo, Reserva Camernere nos permite tener una espera de casi una hora sin que nos hayamos alterado en ningún momento. ¿Será porqué estas vacaciones están siendo de dpm?
noviembre 18, 2017 a las 10:47 PM
Vaya palizón sobre la conservaciòn de los moais, pesao más que pesao, de todo lo que has contado hoy solo me ha quedado grabado lo de lo putos líquenes y lo de los moais de rodillas, pero no entiendo si era porque vio a la bruja o porque era una moai a punto de comerse una p….
Interesante viaje de p,,, madre. Un abrazo.
Diviértete y cuida a Mon.