2018_Nîmes, 905Km
junio 3, 2018
Sábado 2 de junio
Hace tan solo una semana hemos decidido juntarnos para pasar un «finde» fuera en moto, recibí una llamada de Edu y la pregunta fue: ¿Bien ahora que tenemos la fecha fijada, a donde vamos? En aquel preciso momento pensé, mira que fácil es descargar la responsabilidad de decidir pero ni corto, ni perezoso le solté que podríamos ir a Sète a comer ostras, la respuesta fue, no está mal.
Cuando nos ponemos a mirar la previsión del tiempo, cómo no, variado y cambiante cada día, no importa, añado al destino la ciudad de Nîmes ya que hasta la fecha no he tenido ocasión de visitar, solamente la vi hace varios años en una peli, bueno, más que la ciudad, su arena de la época romana.
Oriol consigue hacer un cambio en el trabajo y se apunta, Josep Maria Tirapu solo a la comida, bien 6 personas y cuatro Harleys nos juntamos a las 9:00h en la área de Montcada en la AP7. Salimos.
Sin novedades hasta La Jonquera donde paramos a repostar, pasamos a Francia. Si esta mañana el cielo estaba cubierto y la temperatura tirando a fresca, ahora el cielo está completamente despejado y las temperaturas van subiendo. Finalmente salimos de la autopista y paramos en Bouzigues. Aparcamos justo delante del restaurante La Nymphe que Josep Maria conoce por haber ido varias veces, allí una chica muy simpática nos da la bienvenida en español y nos toma nota.
Un entrante con dos rondas de ostras exquisitas seguido de ensaladas mixtas para las chicas, una dorada para Edu y Josep Maria y una parrillada que comparto con Oriol completan el almuerzo, algo de postre y cafés.
Ahora hace mucho calor, 27º, nos damos un breve paseo antes de irnos, nos despedimos de Josep Maria que regresa a Barna. Nosotros seguimos nuestro camino hacia Nîmes por carreteras pasando por tramos arbolados, en ambos lados agua, piscifactorías, patos, flamencos. Conforme nos vamos acercando a Nîmes pasamos por diferentes zonas comerciales con grandes superficies, paramos a repostar y finalmente llegamos a nuestro destino, el Hotel Spa Vatel ubicado fuera del centro, aparcamos.
La chica de la recepción habla español, bien, hacemos el check-in, subimos a las habitaciones y quedamos en media hora para ir al spa. Nos presentamos todos con albornoz y zapatillas blancas menos yo que llevo las havaianas negras. Los chicos nos metemos en el hamman, Edu nos demuestra la impermeabilidad del iPhone X echándole directamente el agua de la ducha. Salimos y ahora somos nosotros que nos duchamos antes de ir a la zona de la piscina. Me meto en el jacuzzi con las chicas, relax.
Regresamos a las habitaciones y nos preparamos para salir a cenar, Miramos en el TripAdvisor y elegimos un italiano, llamo yo, me contestan en francés, pregunto si hablan italiano, me dicen que si, reservo. No tardamos mucho en llegar al centro, poca gente por la calle, aparcamos en un sitio que personalmente no me parece del todo correcto pero allí dejamos las Harleys.
El sitio se llama «Cibissimi», resulta ser un colmado de productos italianos, entramos y el dueño, francés habla un italiano más que correcto, nos indica que para cenar el local está a unos cien metros, allí que vamos. Bueno que decir del local, no muy grande con dos entradas y distintas pequeñas zonas para sentarse en una mesa con sillas o mesa con taburetes, nos ha tocado la segunda. Toda la carta en francés, la camarera ni papa de italiano. Tardamos un buen rato en escoger los platos hasta que llega el dueño que nos toma nota y nos aconseja. A la cena le damos un suficiente.
Regresamos al hotel antes de media noche, igualito que cenicienta ¿o era otro cuento? En fin, quedamos para bajar a desayunar a las 9:00h.
Domingo 3 de junio
Salimos de las habitaciones puntuales y nos vamos a desayunar, hay de todo y todo el personal es joven, Mon comenta que este hotel tiene la pinta de ser una escuela de hostelería. Regresamos a las habitaciones, ducha, maletas, check-out y al centro que regresamos.
Antes de salir Edu me pregunta por donde vamos y yo le indico que al mismo sitio de anoche pero que aparquemos en el parking que hay cerca, salimos y al primer parking que encuentra se mete ¿para que me pregunta si luego no escucha? Menos mal que Nîmes es una ciudad relativamente pequeña y el centro está cerca, con el mapa que nos han dado en el hotel, llegamos en un plis a la puerta de Francia, en seguida pasamos
por delante del Museo Romano y ya vemos el edificio más emblemático de la ciudad, la Arena Romana. Mientras las chicas se van a un bar buscando un lavabo, nosotros nos hacemos un selfie con la arena detrás y observamos una extraña escultura de un torero hecha de metal con piezas recicladas. Volvemos a juntarnos y nos dirigimos a la entrada donde sacamos un combinado que incluye: Arènes de Nîmes, Maison Carrée y Tour Magne.
Con la ayuda de unas audio-guías vamos pasando de un nivel a otro, escuchamos la historia de este lugar donde se celebraban los típicos juegos de Roma con gladiadores, animales, en la actualidad la parte que antiguamente era arena es asfaltada con alquitrán, un palco para concierto y todo a punto para montar cualquier tipo de espectáculo, debe de ser bonito estar aquí y escuchar música, una atmósfera muy particular, sobre todo de noche o eso es lo que se me ha pasado por la cabeza.
Regresamos a la planta baja, salimos por la tienda no antes de haber comprado un imán de recuerdo. Ya empieza a ser un poco tarde para ir a la segunda visita, mejor vayamos a comer que en Francia nunca se sabe, si te despistas te quedas sin el almuerzo así que buscamos un restaurante que encontramos en seguida. La elección no ha sido de lo más acertado a pesar de que estaba bastante bien valorado, Mon ha pedido una «omelette» que estando en Francia debería haber sido de lo más pero no, Inma se ha comido la suya, Edu y yo un entrecotte que tenía más bien la pinta de un bistec, seguramente el que ha acertado ha sido Oriol con su combinado de carpaccio y tartar.
Nos levantamos y paseamos hasta la Maison Carreé, un templo antiguo bastante bien conservado gracias a la reforma de los últimos veinte años. Tenemos que esperar 15min antes de entrar, una vez dentro lo único que se ve es una peli de unos 20min que habla básicamente de la historia de los galos que sirvieron a Roma y que posteriormente fundaron la ciudad y lograron mantener su importancia a lo largo de los años hasta la edad media donde además hubo un retroceso hasta tal punto que la ciudad se había reducido tanto que cabía dentro de las Arenas.
La tercera y última visita es la Torre Magna ubicada arriba de una colina encima de los «Jardins de la Fontaine». Decidimos ir primero a recoger nuestras monturas y subir con ellas. Tras una vuelta por el parking en dos plantas, Oriol no vio la salida que indicaba los jardines, finalmente salimos al exterior y subimos la colina, aparcamos de nuevo.
Un paseo corto y nos plantamos allí mismo, de la torre queda muy poco en pie pero uno se puede hacer la idea de lo que en su época podía haber impresionado a quien la viera. Un sin fin de escalones nos llevan hasta el punto más alto donde vemos la ciudad a nuestros pies, nos vamos.
Hemos retrasado lo que hemos podido pero ahora ha llegado el momento de regresar a Barcelona, antes de arrancar nos ponemos todos los trajes de lluvias, la previsión es clara, va a llover pero estamos preparados. El gran problema de ponerte un traje de lluvia cuando las temperaturas son elevadas, es que empiezas a sudar y es algo muy molesto. Arrancamos, salimos de la ciudad, no metemos en la autopista y empezamos el regreso.
Los primeros quilómetros con cielo nublado pero nada de agua, llegando a Montpellier, empieza a llover, reducimos la velocidad y seguimos a 110km/h. Ahora llueve un poco, ahora un poco más, menos, nada, poco y así durante varios quilómetros. La cosa es llevadera así que sin que uno casi se da cuenta llegamos a La Jonquera, a Oriol casi no le queda gasolina, su Harley tiene menos capacidad de depósito que las nuestras pero llega a la gasolinera sin empujar, jii.
Depósitos llenos, el cielo está completamente negro, empieza a caer la de dios pero ni cortos ni perezosos arrancamos y nos vamos, en pocos quilómetros deja de llover y sigue así hasta Barcelona.
Finalmente llegamos a casa sobre las 22:00h sanos y salvos. Otro gran fin de semana en compañía de grandes amigos, un placer cómo siempre compartir estos momento con vosotros, hasta la próxima, ciao.
junio 5, 2018 a las 11:07 PM
Perfecto fin de semana, la mejor compañia, tiempo variado, buena ruta, asi uno se queda con las ganas de repetir. Para la próxima mas y mejor. Un abrazo
junio 5, 2018 a las 11:51 PM
Que bueno el articulo, que bien el finde. Espero que en julio podamos repetir!!
junio 6, 2018 a las 9:54 AM
Acerté!! El hotel forma parte de una prestigiosa escuela internacional de hostelería “Vatel” 👏🏼😁
Un finde lleno de momentos y risas como suele ser costumbre en las salidas HD, ji buena compañía.
Donde y cuando la próxima?! 😜 TVMB