2011_Esquí de fondo
marzo 19, 2011
Ayer llegaron dos amigos a pasar el fin de semana con nosotros, Carlos y Adelin.
Previamente habíamos hablado por teléfono sobre las actividades que podríamos hacer y bajo la petición de Adelin hoy sábado nos hemos dirigido a la Rabassa para practicar el esquí de fondo.
Nos acostábamos que eran casi las 3:00h, no teniendo prisa nos hemos puesto en marcha a la 9:00h y tras el desayuno de rigor, Carlos nos ha llevado con su nuevo Volvo hasta nuestro destino.
Los cuatro alquilamos el material en la única tienda existente. Los esquís son muy ligeros y estrechos, la chica nos ha dado según nuestra altura la medida precisa, es decir: en mi caso 1,90m muy largos y sus correspondientes palos a medida con los esquís. Las botas son muy cómodas y llevan un enganche en su parte delantera.
Una vez fuera de la tienda a unos pocos metros llegamos a la zona de debutantes donde miramos cómo practican los demás y nos lanzamos.
El movimiento consiste en deslizarse sobre la nieve levantando la parte trasera del pié sincronizando los movimientos de las piernas con los brazos que llevan los palos largos. Al principio a todos nos ha costado coordinar el movimiento logrando mantener la estabilidad, a Carlos más que a los demás. Hemos seguido en esta zona durante un rato más.
Decidimos hacer un circuito para principiantes de unos 1,5Km para cambiar de panorama. El camino está muy bien marcado y solamente hace falta seguir las trazas del suelo. El problema principal ha sido que justo al principio hay una ligera bajadita que con unos esquís normales se haría sin pensarlo pero resulta que con estos es tremendamente difícil ya que no frenan ni en cuña.
Me lanzo y hago sin caerme los escasos 200m hasta llegar a la zona plana y me paro a esperar al resto. Primero se lanza Carlos y, cómo no, se cae. Luego Adelin y tres cuartos de lo mismo. Sonia decide quitarse los esquís y bajar andando. El resto del circuito bien sin incidentes. Cada uno de nosotros coge confianza.
Una vez regresado al punto de inicio nos dirigimos a otro circuito de principiantes de unos 1,8Km. El problema ha sido que para llegar a él, el camino estaba helado y con estos esquís es tremendamente fácil perder el equilibrio y resbalar cosa que le ha pasado esta vez a Sonia y casi se come un árbol.
Seguimos el camino que sirve para alcanzar tres circuitos, el verde, el azul y el rojo, la cosa se complica un poco más, a parte del hielo estamos en un doble sentido, varios esquiadores expertos nos adelantan o nos cruzan de regreso. También empieza la subida, Sonia se encuentra en este momento otra vez en el suelo, mientras nosotros la esperamos detrás de una curva, se quita los esquís y hace marcha atrás. Seguimos adelante.
Una vez acabada la subidita empiezan los caminos que combinan rectas con ligeros desniveles y curvas suaves hasta llegar a un punto donde la bajada es pronunciada. Estoy delante y vista la experiencia de antes, opto por descender dejando los esquís dentro de las marcas del suelo, poner el peso adelante y cruzar los dedos. Bien consigo mantenerme en equilibrio. No así en otra bajada un poco más adelante, nos vamos turnando con las caídas pero en general nos lo estamos pasando bien.
Finalmente acabamos el circuito y al regresar por el camino inicial optamos los tres por quitarnos los esquís y regresar al campo base andando, mucho más fácil.
Allí encontramos a Sonia tomando el sol, devolución en la tienda de alquiler, una buena cerveza con unas bravas tomando el sol en una terraza y regresamos a casa para comer.
Esto del esquí de fondo es algo que siempre he querido probar, ahora que sé lo que es a lo mejor otro día lo volveré a intentar…
marzo 20, 2011 a las 10:15 PM
En plano es genial, es como patinar!
Pero la bajadita y el subsiguiente leñazo (y nunca mejor dicho), me ha hecho añorar mis carvin!