2013_Roma, Día 6, 81Km

junio 16, 2013

Primera mañana que al bajar no tendremos a nuestros compañeros de viajes con nosotros, bueno ya los volveremos a ver en Barna, entramos en el comedor para tomar el cappuccino de rigor de cada mañana y en lugar de sentarnos en una mesa grande, Mon me indica unas libres a nuestra derecha para dos personas, allí que vamos y allí que nos encontramos con David Pérez, nos saludamos y presentamos a nuestra respectivas nuevas parejas.

Hoy el plan es ir a visitar Ostia Antica que está a escasos 18Km. Tom nos lleva allí pasando por unas carreteras que discurren entre varias urbanizaciones y en poco tiempo llegamos a la entrada, sacamos los tickets y empezamos nuestro recorrido.

No hace falta comentar que hoy también el cielo está totalmente despejado y el sol calienta como ha sido en todos estos días, intentamos efectuar la visita debajo de los árboles tanto cómo nos he posible.

Esta ciudad que en su momento llegó a tener unos 50.000 habitantes era la puerta al mar de Roma, aquí llegaban todas las mercancías procedentes del imperio y también era la salida para los barcos de guerra. Tres arcos indican las tres puertas de entrada a la ciudad, una hacia Roma, la otra hacia el Mediterráneo y la tercera hacia el Tiber. No faltan tres enormes termas donde se pueden apreciar diferentes mosaicos que poco a poco se van recomponiendo, aquí el trabajo de los restauradores es infinito. La ciudad fue destruida en el siglo XVI por una riada que sepultó por completo la ciudad, después de desviar el curso del río se ha ido recuperando hasta tener el aspecto actual.

El suelo es irregular entre tierra, piedras y raíces de árboles, delante nuestro una señora que miraba hacia un lado se cae sin hacerse daño, es española, seguimos el recorrido. Tal y cómo era de imaginar no falta el anfiteatro, de repente vemos un plano el cual nos indica que estamos cerca del bar-restaurante, decidimos hacer una parada técnica, café, baño y un poco de sombra son necesarios.

La tienda no tiene nada de destacable así que seguimos sin comprar nada. Llegamos a la parte más alejada de las construcciones ubicada cerca del mar sin poderlo ver, regresamos con calma hacía la salida, uff que calor!!!

La visita ha durado más de una hora y media pero ha valido la pena.

Tom nos acompaña de nuevo al hotel, en una calle un ciclista que iba en la misma dirección nuestra decide que es el momento de girar por una calle a su izquierda sin mirar hacia atrás y naturalmente sin indicarlo así que casi lo atropello, seguimos no sin antes haberle gritado de todo y en perfecto italiano…

Una buena comida en el restaurante de siempre acompañada de una jarra de cerveza fresca es el final de esta primera parte del día. La tarde la pasamos en la piscina del hotel porqué también estas son nuestras vacaciones y merecemos descansar.

David por la mañana nos había comentado que se había organizado una salida nocturna con el Roma Chapter y que la hora de salida del hotel era prevista para las 19:30h. Nuestro plan era también ir a Roma de noche pero a nuestro aire, sobre las 20:00h salimos solos y justo al llegar a la entrada de la ciudad los vemos a todos parados a un lado, Mon me dice que ha divisado a algunos mirando un mapa, con Tom no tenemos esta necesidad. Aparcamos en Piazza Venezia y andando visitamos la Fontana di Trevi de noche ya que iluminada tiene un aspecto distinto que durante el día. Varios “pakis” intentan de forma repetida hacernos unas fotos y al final he tenido que levantar la voz para que se apartaran, nosotros hacemos nuestras propias fotos.

Regresamos a la Harley y en seguida llegamos a nuestro destino en la zona del Trastevere, el restaurante “Da Meo Patacca” (www.ristorantedameopatacca.it) aquí cené en el año 2004 cuando estuve durante las vacaciones de Navidad pero como es lógico hoy en lugar de cenar dentro lo hacemos en la terraza. Esta famosa trattoria es frecuentada tanto por romanos cómo por extranjeros, las mesas son de varios comensales y todo el mundo se sienta teniendo a su lado gente desconocida, unos cantantes amenizan la noche tocando y cantando canciones en romano, en italiano y en inglés.

Prosciutto e melone de primero y saltinbacchi a la romana de segundo han sido los platos escogidos, óptima elección. A Mon le ha encantado el sitio, yo ya lo sabía. Antes de las 00:00h ya estábamos en el hotel, a descansar que mañana tengo un recorrido preparado para ir a Civitavecchia donde nos espera el ferry de vuelta.

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