2015_Rio de Janeiro, Día 3
mayo 5, 2015
Durante toda la noche ha llovido, hoy no me he despertado hasta las 8:00h, seguía lloviendo pero me he levantado y he arreglado la cocina, ducha y a llamar al resto del equipo, cómo de costumbre soy el último en acostarme y el primero en levantarme.
Cuando finalmente todos estábamos listos para irnos, milagrosamente ha dejado de llover, bien.
Un buen desayuno, esta vez he cambiado un sándwich por un tremendo flan recién salido de la cocina, un vitamina y en marcha, dirección centro ciudad. Con el metro llegamos a la estación de Carioca, fuera nos encontramos a edificios altos de la segunda mitad del siglo XX y otros modernos sede de diferentes grandes empresas nacionales.
La primera parada la efectuamos en la Catedral Metropolitana (http://www.catedral.com.br) una enorme construcción en cemento armado que hace pensar en cualquier cosa menos que una iglesia, personalmente me ha recordado una torpe nave espacial. Una vez dentro la sensación es algo distinta pero desde luego no creo que haya sido la mejor construcción de una iglesia, se han pasado de modernos.
Nos dirigimos ahora al Teatro Municipal (http://www.theatromunicipal.rj.gov.br), para la visita guiada también en español falta poquito, nos sentamos en un banco a esperar, el cielo sigue cubierto pero no llueve.
El grupo bastante numeroso de turistas viene dividido en tres grupos según el idioma, en el nuestro quedamos reducidos a ocho personas. Un audiovisual abre la visita, en el podemos ver lo que han sido los poco más de dos años de reforma acabada en el año 2010.
Inaugurado en 1909 y de estilo francés en él podemos observar diferentes estilos: rococó, neuveau, art-decó, sobre este último empezamos, cómo no, una mini-discusión JL e yo. Acabada la misma seguimos al guía en las diferentes instancias, en la platea podemos apreciar tres plantas para los espectadores, un enorme palco moderno, la verdad es que no tiene ni punto de comparación con la Scala o el Liceu pero para estar ubicado en Sur América no está nada mal tanto que JL comenta que no se hubiese imaginado nunca de que existiera un edificio histórico tan bien conservado ni tan bonito en Brasil, vamos que se ha quedado «maravillao».
En una terraza nos hacemos una foto super divertida (ver enlace).
Un pequeño break sentados en una terraza tomando algo fresquito y para el siguiente destino: la escalera de Selarón.
Se trata de una simple escalera de 125m y compuesta por 215 peldaños recubiertos de baldosas provenientes de muchas partes del mundo, el artista que ha creado esto es chileno, su nombre es Jorge Selarón. No tiene nada en especial pero nada más verla te pone alegre y contento, transmite buen rollo. Subimos hasta arriba haciendo varias fotos, un brasileño nos ofrece hacernos una foto con su iPad y en 10min darnos un azulejo con dicha foto, nos enseña una muestra y aceptamos su oferta.
Después de comer visitamos la Biblioteca Nacional (http://www.bn.br), interesante oferta gratuita con guía incluido, eso sí, solamente en Portugués pero con JL al lado la traducción está asegurada.
Me están presionando para ir a cenar, ósea que mejor seguir más tarde…
Anoche, para variar tomamos unas cervezas y unas copas así que al regreso no tenía fuerzas para seguir escribiendo pero lo hago ahora aprovechando el tiempo muerto mientras ellos se duchan.
Según la guía esta biblioteca es la más importante de América Latina y en ella hay tanto libros convencionales cómo revistas, periódicos, volúmenes raros, microfilm, visita de casi una hora muy bien aprovechada.
Regresamos al apartamento, y, tras una ducha regeneradora bajamos a la calle y nos metemos en un restaurante japonés, exquisito, sashimi para nosotros y tempura para Mon, cerveza Sapporo y sake.
La velada ha sido muy pero que muy amena, intento disfrutar de cada segundo de la compañía de mi amigo, cómo de costumbre hablando de todo y exteriorizando todo aquello que después de tanto tiempo sin vernos nos sale desde dentro de la forma más natural que existe. Había pasado demasiado tiempo sin poder disfrutar de estos momentos pero aquí están y me alegro muchísimo de haber venido, solamente para esto ya ha valido la pena el viaje.
Un par de copas en otro bar cierran la noche y nos retiramos sobre las 01:30h.
mayo 14, 2015 a las 1:35 AM
Cojones con Rio, vaya ciudad y solo tiene unos años, lo han sabido hacer muy bien !!!!!!