2015_Sant Pau Recinto Modernista

octubre 18, 2015

Seguimos el recorrido en nuestra ciudad, la visita escogida hoy es Sant Pau Recinto Modernista, lo hacemos en compañía de Carlos y Adelin. A media mañana nos plantamos en su casa, aparcamos el Golf y con el Q3 nos vamos.

Sin problema llegamos a nuestro destino, aparcamos y empezamos la visita en catalán la cual empieza en el subterráneo donde la guía nos hace una amplia introducción para comprender con exactitud la historia de este recinto.

Fue construido a principio del siglo XX y las obras acabaron en 1930, se trata de una superficie enorme, en su época la llamaron “ciudad dentro de la ciudad”, el arquitecto al mando fue Lluis Domenech i Montaner, desde 1997 forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Podríamos resumir la historia de la construcción del Hospital de Santa Creu y Sant Pau en una serie de donaciones de la gente de Barcelona, las cuales han permitido la puesta en marcha de las obras, el banquero Pau Gil fue el mayor benefactor destinando tras su muerte parte de su patrimonio a ello.

Una vez en el exterior podemos disfrutar de todos los pabellones que han sido reformados minuciosamente, basicamente con fondos provenientes de la UE, cada pabellón alberga la sede de alguna institución tanto local cómo internacional. Solamente se pueden visitar dos de ellos.

Mirando con atención las construcciones desde su parte exterior, ninguna de ella hace pensar en un pabellón de un hospital, más bien se parecen edificios de gente adinerada de la época, llenos de detalles constructivos, desde luego esta visita se podría considerar cómo punto obligado para entender el modernismo.

Observamos ahora justo en el medio del recinto el edificio que albergaba la sala operatoria, curiosamente en lugar de tener ladrillo cómo en el resto de los pabellones, tiene un enorme ventanal de cristal transparente precisamente para que los aspirantes a médico pudieran ver el desarrollos de las operaciones que básicamente en la época consistían en simples amputaciones, la medicina todavía no estaba avanzada.

Entramos ahora en un pabellón el cual se está todavía reformando en su interior, la temperatura es más baja que el exterior, seguramente un factor a favor para preservar las enfermedades de aquella época, al final un enorme foto recrea cómo estaban puestas las camas de los enfermos, a pesar de que no habían separaciones, disponían de mucho espacio entre una cama y la otra, obviamente habían pabellones masculinos y femeninos.

Nos dirigimos ahora a la entrada principal que, desde luego, es majestuosa para ser la de un conjunto hospitalario, el hall nada tiene que envidiar a cualquiera de algún teatro importante o alguna construcción de edificios de gente adinerada. Los detalles constructivos y ornamentísticos están cuidados hasta la saciedad, subimos por una escalinata, no se porqué pero me vienen a la cabeza imágenes de Francia.

El resto de la visita transcurre entre las distintas salas hasta salir otra vez al exterior, aquí se acaba la visita guiada, pero podemos seguir disfrutando del entorno paseando con calma y lo hacemos un rato hasta visitar una exposición temporal de fotos de un artista japonés y un pequeño pabellón donde audiovisuales nos enseñan las distintas fases de la reforma.

Hora de comer, nos vamos.

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