2016_San Gimignano-Siena, Día 4, 45Km
junio 4, 2016
Ayer nos acostamos muy pronto y, cómo no, hoy a las 5:00h he empezado a despertarme, un pipí y de nuevo en la cama hasta las 7:00h que ya no podía dormir, un pajarito estaba cantando, la luz del día entraba en la habitación… arranco el Mac y me pongo a escribir. Ya he publicado y casi son las 8:00h, me voy a duchar.
Bajamos a desayunar, todos son anglosajones exceptuando los de las motos con matrícula española que son chilenos. Desayuno completo, maletas, check-out y nos vamos con los trajes de lluvia puestos, la previsión es lluvia a partir de las 11:00h.
Durante el trayecto a nuestro destino adelantamos a un grupo de FIAT Cinquecento de color rojo descapotables que circulan detrás de un grupo de Piaggio Vespa 125cc, en cuanto podemos, poco a poco los adelantamos. Llegamos a Siena antes del mediodía. El problema es que la calle que llega al hotel está en obra así que Garvin se vuelve loco, paramos, estoy sudando mucho y el problema me está molestando. Entro en un estanco, pregunto, me indican por donde ir, en escasos diez minutos llegamos al hotel (http://www.hotelilgiardino.it).
Allí nos indican donde podemos ir a comer algo al medio día y por la noche.
Check-in y andando nos vamos hacia el centro, empieza a llover y mucho, nos ponemos los chubasqueros, la verdad es que el mío me va bastante pequeño, sobre todo la capucha, caminamos bajo la lluvia, entramos por una de las puertas que acceden a la ciudad amurallada y subimos. Finalmente llegamos a nuestro destino: “la Prosciutteria di Siena” (https://www.facebook.com/La-Prosciutteria-Siena-751693184895191/) donde entramos y pedimos una tabla de embutidos y quesos, para beber un par de copas de “Brunello di Montalcino”. Justo antes de entrar recibo la llamada de Costanza, la guía que previamente había contratado, para quedar, será sobre las 14:30h en la “piazza del Campo”.
Bajamos por las escaleras y nos sentamos en una de las mesas libres. La tabla nos la sirven un poco más tarde pero la mitad de ella está cubierta por sésamo, la verdad es que nunca había visto eso en Italia, bueno yo me quedo con la mitad sin eso. Mi copa se queda sin vino, subo y pido otra, acabamos de comer, subimos, liquidamos la cuenta y nos dirigimos hacia el punto de encuentro.
La última vez que estuve aquí fue hace ya veinte años pero no parece que haya pasado tanto tiempo, más bien todo lo contrario, damos un paseo hasta que Costanza vuelve a llamar diciéndome que ha llegado antes de la hora prevista, nos encontramos de bajo de la “Torre del Mangia” y empieza a llover, entramos en el “Palazzo Pubblico” y empezamos la visita.
Le he pedido que nos haga las explicaciones hablándonos despacio para que Mon pueda entender mejor y así lo hace. Antes de entrar pasamos por el patio interior donde podemos apreciar una vista de la torre completamente distinta, una perspectiva vertical. Una vez subido a la primera planta nos encontramos una serie de instancias todas ellas completamente pintadas, Costanza nos va explicando el significado de muchas de ellas y por supuesto la historia de Siena, todo muy interesante.
Salimos al exterior, cruzamos la “piazza del Campo” abarrotada de turistas, ahora el sol nos calienta, entramos en una de las calles, Costanza nos propone hacernos una foto y nosotros aceptamos de buen grado poniéndonos en una de las posiciones digamos, nuestras…
Accedemos a la zona del Duomo por una escalinata lateral y desde allí podemos apreciar cómo se empezó y no se terminó una parte de la iglesia. Compramos las entradas y accedemos al interior. La primera impresión que tengo es cómo estar en la mezquita de Cordoba pero sustituyendo el rojo por el blanco y añadiendo altura. ¿Curioso, no?
La visita sigue con las diferentes explicaciones sobre todo haciendo referencia a los dibujos en el suelo de color blanco, negro y amarillo. Lo que puedo destacar es que en algunos dibujos se ha logrado crear imágenes que parecen en 3D, cosa algo insólita teniendo en cuenta cuando se hicieron.
Salimos y recorremos las arterias principales del centro hasta que Costanza nos desvía en una calle secundaria para que podamos llegar a una zona donde una “contrada”, sería cómo grupos concretos de las zonas de la ciudad, que son los que corren el famoso “Palio” mundialmente conocido. Recibimos mucha información y la verdad es que este tipo de acontecimiento no se puede entender si no se vive en primera persona así que lo único que puedo decir es que si se quiere conocer lo mejor es acercarse a Siena en las dos fechas del año que se celebra la famosa cursa.
Nos despedimos de Costanza, nos quedan unas dos horas hasta la reserva que tenemos para la cena, decidimos no volver al hotel, para matar el tiempo nos tomamos un aperitivo sentados tranquilamente en una mesa en la “piazza del Campo” finalmente nos levantamos y al restaurante que vamos (http://www.osteriadadivo.it).
Llegamos con anticipo sobre la hora de la reserva previamente hecha desde Barcelona y nos acomodan de inmediato, el local es muy bonito, de estilo antiguo, nos brindan una mesa ubicada justo en el centro de la sala, la cena perfecta, al rededor nuestro varios extranjeros, cada uno sentado en pareja, en familia o hasta en un grupo numeroso, que forman un conjunto muy divertido, nos reímos de ellos, nos atiende el jefe de sala filipino que lleva un pique importante con un camarero veterano. Una velada perfecta.
Mañana tenemos varios quilómetros por hacer así que a dormir.