2017_Valles, Día 5
noviembre 9, 2017
Si ayer la cosa iba de lagunas, hoy va de valles.
Esta mañana deberíamos habernos despertado a las 7:00h pero pasadas poco más de la 6:00h ya estábamos despiertos, que me suceda es algo bastante normal pero me resulta bastante extraño que le pase a Mon. Ducha, desayuno con unos güiris, hoy también paso de entablar conversación, no son horas y menos en inglés.
Salimos a la calle y en seguida nos pasan a buscar, hoy es un monovolumen Ford, Ronald es conductor y guía a la vez, dentro hay dos chicas chilenas y una brasileña, paramos a recoger otro chico también brasileño, nadie más.
La excursión de esta mañana no es muy conocida pero es muy recomendada por los lugareños, por esta razón hemos decidido añadirla al programa en lugar de quedarnos a descansar…
Salimos de San Pedro de Atacama en dirección al Valle de Yerbas Buenas, punto de conexión entre la Cordillera de Domeyko, la Cordillera de la Sal y Los Andes, nuestra primera parada es tras unos veinte minutos de viaje, desayuno y visita a unas formaciones rocosas con «petroglifos» dibujos esculpidos en las rocas de distintas épocas, interesante.
Unos lamas pastan en la llanura cerca de las rocas y se dejan fotografiar sin problemas.
Una vez acabado de ver todos los dibujos y los lamas regresamos al vehículo para dirigirnos al Valle del Arcoiris. Ahora el camino es apto para un 4×4 o similar, nosotros vamos despacio y seguimos, nos cruzamos con familias enteras de lamas, luego con burros, cruzamos ríos pequeños hasta que torzamos a la izquierda y el panorama rocoso se convierte en un extraño lugar con diferentes tipos de roca que a su vez cambia de color, verdes, blancos, rojízos, marrones, un espectáculo para la vista.
Bajamos y andando nos paseamos por todo el valle sacando fotos de un lado para otro, la verdad es que cuando uno mira la foto recién hecha y vuelve a mirar en directo lo que hay, da la impresión de que es casi imposible meter estas imágenes para tener un recuerdo, en diercto es realmente increíble. Decisión acertada la de visitar este bonito rincón de Chile.
Al igual que ayer, ya son la 00:14h, hora de dormir.
Sigue…
En medio del recorrido Ronald, el guía, nos explica las diferencias de cada una de las piedras y sus colores y nos dice que podemos llevarnos una muestra de cada que no pasa nada, allí que vamos con foto incluida.
Repetimos restaurante al medio día, una ensalada completa para Mon y una pechuga de pollo para mí y dos «jugos» (zumos naturales) de manzana y zanahoria. Hoy nos da tiempo volver al B&B para descansar una horita y seguir con la otra excursión: el Valle de la Luna.
Volvemos a salir a la calle sobre las 15:30h el calor es asfixiante, el propietario del B&B nos recomienda no salir sin un litro de agua cada uno, hoy es indispensable.
Una vez llegados a la agencia, una marea de gente está esperando, le comento a Mon que seguramente no todos irán al mismo sitio, en efecto, cuando llega el bus subimos solamente un grupo y cinco coreanos que no se enteran y al poco rato los hacen bajar.
La visita de esta tarde es al Valle de la Luna, no muy lejos de San Pedro de Atacama. Se trata de una zona donde había una mina de sal, hoy en día completamente abandonada, y, tal y como dice su nombre, su conformación tiene parecido con la superficie lunar.
Efectuamos tres paradas, la primera es en las tres marías, que son construcciones naturales formadas por la erosión y desgaste de las rocas, realmente quedan solamente dos, la tercera fue destruida no hace mucho por un turista que se apoyó aun qué tampoco está la cosa tan clara. Aquí en Atacama, la gran mayoría de los guías no son de aquí, son de otras zonas de Chile, por «ende» que significa por eso, que la explicación es así de escurridiza. Lo que está claro que el limite para acercarse ahora es mucho mayor que antes.
Menos mal, estas formaciones datan de más de un millón de años…
La segunda la efectuamos en el que se denomina el anfiteatro. La Cordillera de la Sal se originó por una acumulación de materiales finos cómo arenas, arcillas y sales, que posteriormente se deformaron por el movimiento de la corteza terrestre. Posteriormente el viento contribuyó a formar el aspecto que tiene en la actualidad, precioso.
Tercera y última parada con paseo incluido, la hacemos subiendo por un sendero hasta llegar a la cima donde podemos ver, sin pisar, una extensión enorme de arena de color gris oscuro, de aquí viene el nombre del valle. Es algo extraño ver arena a más de 3.200m de altura pero tiene su lógica ya que aquí hace unos cuantos años atrás había un mar.
Regresamos al bus y nos vamos a ver la puesta de sol desde el Mirador Piedra del Coyote. No ha sido tan espectacular como el de ayer.
Cena en otro restaurante y nos retiramos, mañana hay que seguir la dura vida del turista.
noviembre 12, 2017 a las 6:17 PM
Que pasada, te leía y me acordaba de distintos paisajes de los Estados Unidos, el Viking Lake, las llanuras saladas de Salt Lake, la entrada del Death Valley y de otros mas.
Disfruta amigo mio y cuida de Mon.
Un abrazo