2018_Cahuita, Día 3

octubre 17, 2018

Cómo se nota que hemos descansado de verdad, tanto que a las 5:45h los dos estábamos despiertos y con ganas así que nos hemos puesto en marcha, a las 7:00h estábamos desayunando o mejor dicho intentando desayunar, me explico mejor.

Cuando es la hora del desayuno yo quiero escoger la comida, sentarme, comer y levantarme al final, no entiendo el desayuno pidiendo a la camarera, por muy amable que sea, algo y esperar más de media hora para que me sirva, pues eso es lo que ha pasado, 1h para desayunar y además un desayuno escaso.

Las instalaciones del hotel son perfectas, la habitación también, la cama muy cómoda, algo tenía que estar mal…

Salimos con el Hyundai hacia Cahuita (https://www.govisitcostarica.co.cr/region/city.asp?cID=177), nos pasamos el desvío unos cinco quilómetros, regresamos y llegamos al punto de encuentro, aparcamos y nos vemos con Jackelin, nuestra guía, hoy toca snorkel por los corales de esta zona.

Cruzamos el pequeño pueblo, en el punto de encuentro había una pareja de americanos, en el puerto se nos juntas otros, los únicos hispano hablantes somos nosotros. Chalecos salvavidas y con la lancha, llegamos al punto designado para desenvolver la actividad.

Todo el mundo se pone la típica máscara y tubo que Jackelin les entrega, nosotros utilizamos por primera vez las máscaras que nos hemos comprado en Decathlon.

Esta vez voy preparado y llevo la GoPro cargada para hacer fotos dentro del agua, al final han sido 137, ya veremos cuales sirven.

Después de haber hecho snorkel frente a la Rivera Maya en Méjico, esto me ha aparecido mucho menos interesante, tanto a nivel de coral, cómo a nivel de peces. Nos sumergimos en dos zonas distintas hasta finalizar la actividad acuática.

Nos acercamos ahora a Punta Cahuita donde desembarcamos y allí tomamos fruta, un poco más tarde la lancha regresa a puerto mientras a petición nuestras, nos dejan a medio camino para regresar por el camino que bordea la playa dentro del parque.

En media hora llegamos a la salida, hemos visto, gracias a Mon que se ha enterado, a unos monos, coche y de regreso al hotel. Ducha, comida y encuentro en la agencia con 10min de retraso, ya son las 14:10h, con Juan Carlos.

Nos vamos ahora a visitar a una familia en un poblado indígenas donde veremos cómo funciona exactamente el proceso de la elaboración del cacao.

Ayer, al no haber guías disponibles para esta actividad, Juan Carlos se ofreció a llevarnos personalmente y entonces la pregunta que nos hizo fue: ¿Queréis visitar a la familia donde va todo el mundo o os apetece más ir a una donde nunca llevamos a nadie? Ya podéis imaginar la respuesta.

Bien, una vez se acaba la carretera asfaltada, inicia un camino de piedras, nos desviamos ahora en una pequeña calle y, siguiendo las instrucciones de Juan Carlos, dejamos literalmente el coche allí mismo, bajamos hacia un rio para cruzarlo. Hay que matizar un par de cosas, la primera es que lleva unas dos horas lloviendo, la segunda es que para cruzarlo el nivel del agua alcanza nuestros tobillos. Cruzamos sin lamentar ningún accidente a pesar de que las piedras son algo resbaladizas.

Al otro lado hay un poblado con diferentes casas, no hay camino marcado, solamente maderas puestas en la tierra, charcos, barro, vegetación, llegamos a la casa en cuestión, naturalmente con los pies, calcetines y bambas completamente mojados. Menos mal que no hace nada de frío.

Allí nos recibe Ana, la dueña. Una vez hechas las presentaciones, entramos de lleno en lo que es la elaboración del cacao empezando desde el principio, el árbol da un fruto, el fruto en su interior tiene unas semillas que están dentro de una especie de gelatina blanca. Las semillas se tostan con su piel unos 5min, se les quita la piel, se vuelven a tostar otros 5min, luego se pasan por piedra hasta que se hace una pasta, la pasta se mezcla con otros ingredientes para hacer el chocolate o con agua para beberlo.

Durante este proceso hemos sido participes ya que, tanto Mon cómo yo hemos utilizado la piedra, algo no tan fácil como parecía cuando Ana lo hacía.

Se me olvidaba decir que de camino de la casa de Ana a la piedra hemos pasado por otra construcción donde había un señor mayor que estaba preparando estelas, unas tiras de madera y hojas ligadas con cuerda que son los techos de todas estas casas, muy interesante también.

Ahora pasamos a la degustación, por supuesto descarto cualquier toma con frutos secos y probamos el chocolate con vainilla, naranja, piña, chile, menta, jengibre y muchos otros, fuera se intensifica la lluvia. Compramos algunas bolitas para llevarnos.

Ha llegado el momento de probar el chocolate liquido caliente, simplemente increíble, no utilizan leche, solamente agua, el resultado es que el sabor es intenso pero el líquido es ligero y no te llena.

Bueno ha llegado la hora de despedirnos y regresar, salimos, una chica comenta a Ana que el rio ha crecido, la lluvia no ha cesado ni un solo momento, nos encaminamos hacia él y, cuando llegamos, nuestros ojos no podían creer lo que estaban viendo, no solamente el río había crecido, la corriente era tremenda, bajaban troncos por doquier, vamos que esto no presagiaba nada positivo. Seguía lloviendo.

Unos metros más arriba había un cable de acero que cruzaba el rio de un lado a otro, Juan Carlos y yo vamos a inspeccionarlo y nos damos cuenta que cruzar va a ser que no. Nos quedamos mirando el rio que no paraba de crecer más de 1h, la corriente no paraba de aumentar. Finalmente Juan Carlos llama a Paco, su socio y le dice que llame a los bomberos debido a la situación.

Pienso: esto normalmente lo puedes ver en una película, no nos está pasando a nosotros.

Llegan los bomberos.

Primero miran el cable, luego esperan y llega otro equipo, se está haciendo de noche, linternas, móviles encendidos, lanzan algo al rio y tras varias pruebas nos dicen que es imposible garantizar la seguridad para cruzar el rio así que hay que esperar que deje de llover, que el rio vuelva a su cauce y que se haga de día. Nos miramos a los ojos y regresamos a casa de Ana la cual se parte de la risa.

Para no enrollarme demasiado, pasan unas cuantas horas, mientras tanto nos quitamos las ropa para que se seque, Ana nos presta alguna que otra prenda, menos mal que yo llevo ropa técnica que ya se ha secado. Pasamos el rato tomando más chocolate caliente, jugando con los niños. Luís, el marido de Ana está al otro lado del rio, a pesar de ser indígenas y que vivan allí en casas de madera y techos de hojas de plantas, todos llevan móvil, le dice que intentará conseguir un bote para poder cruzar si el cauce del río vuelve a bajar.

Ha parado de llover, el río sigue igual. Ana muy amablemente nos prepara un plato de pollo con arroz, patata y plátano frito con un zumo. Nos enteramos que en otro lugar una mujer ha intentado cruzar y se ha muerto. Que mal.

Ya estamos mentalizados en quedarnos a dormir, inclusive vamos a inspeccionar la casa que tiene cuatro habitaciones con camas, colchones y justamente cuando ya decidimos retirarnos, Ana nos dice que Luís ha conseguido el bote, una cuerda para enganchar al cable, que el río ha bajado considerablemente y que ya no existe peligro, allí que vamos.

Media hora más tarde estábamos de regreso sentados en el coche, paramos a cenar otra vez en un restaurante de carretera, dejamos a Juan Carlos y nos retiramos a dormir, mañana hay otra actividad guiada.

2 respuestas to “2018_Cahuita, Día 3”

  1. eduard Says:

    Brutalll. Que flipe. Bomberos, rios anegados. Espero que esteis bien!!
    Saludos

  2. José Luis Aguilar Says:

    Menudo día, me he agotado sólo de imaginarlo.
    Cuida de Mon y diviertete.


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: