2019_Pörtschach am Wörthersee-Sesto, Día 8, 206Km
septiembre 8, 2019
Hoy se presenta cómo un día en su conjunto bastante relajado, es decir, no tenemos prisa en levantarnos, en irnos y en llegar a destino. Hemos quedado para desayunar a las 9:30h con Yovette y Jerry, con anterioridad hemos dejado las maletas a punto.
La primera sorpresa es encontrarnos en la mesa un paquete de jamón, ya que no lo he contado con anterioridad, Edu ha traído varios paquetes y desde que estamos aquí ha abierto uno cada mañana para compartir con sus amigos, nosotros, y hoy ha sido su regalo de despedida, gracias!!!
Fuera en el jardín, por primera vez vemos un grupo de patos con una extraña banda azul y blanca, Giorgio nos explica que los tienen allí desde que eran pequeños y que no hay otros con este color tan particular, yo tampoco los había visto nunca.
Check-out, nos vamos, por supuesto nos ponemos todo lo necesario para lo que nos espera: 100% de lluvias en destino.
El tramo de Austria lo recorrimos con algo de tráfico sin complicaciones hasta que de repente se acaba la autopista, seguimos. A unos 50km de nuestro destino empieza a diluviar, situación meteorológica que nos acompaña el resto del trayecto, una lluvia constante, molesta, por supuesto seguimos cómo campeones.
De vez en cuando nos adelanta algún coche mojándonos aún más, «que diver», finalmente entramos en Italia, el planning era de parar a ver el pueblo de San Candido, Innichen en alemán, aquí nos encontramos en la región autónoma de «Trentino Alto-Adige» donde básicamente se habla alemán a pesar de estar en Italia, pero con el tiempo que hay y los mojados que estamos, lo único que hacemos es parar y despedirnos de nuestros compañeros de viaje. Ciao, ha sido un placer y hasta la próxima, si la habrá.
Pongo la dirección de nuestro destino final, la calle aparece, el número no, Garvin marca 12Km, seguimos. Sigue lloviendo incesantemente, seguimos adelante, ya estoy hasta las narices. De repente me marca el destino en medio de la nada, paro y busco el resort reservado y… nada no aparece, seguimos. En el siguiente punto con una entrada marcada, vuelvo a parar y me pongo aún más nervioso, estoy al límite, Mon me dice que ya estamos es el nombre del resort, yo entre tanta agua ya no distingo las letras.
Entramos, hemos llegado a nuestro destino, lo digo yo, no el GPS.
Check-in sin documentos, luego se los llevamos, la chica nos acompaña hasta el apartamento, Mon mientras tanto va al lavabo, ya no podía más la pobre, entramos, descargo maletas, aparco a Desy, nos lo quitamos todo y, cómo no, «duchita» caliente, una vez más desplazamiento sin accidentes.
Nos volvemos a vestir y vamos al bar del restaurante a comer algo, pedimos un par de hamburguesas, buenísimas. Ahora si que nos acercamos a la recepción y allí nos informan, tenemos incluido el SPA, otra vez cambio de ropa y allí que vamos.
Empezamos por la zona de aguas, entramos en la piscina grande, lo curioso es que, a diferencia de todas las que he estado hasta ahora, en lugar de escaleras se entra bajando piedras planas y, una vez dentro, el suelo está completamente recubierto de piedras pequeñas. Salimos al exterior sin dejar la piscina, esta sensación me recuerda mucho a Caldea en Andorra.
Salimos de la piscina y nos vamos al yacuzzi exterior, luego entramos en la zona de las saunas donde está prohibida la entrada a los niños, será más tranquilo, bien. Una vez allí hay un cartel el cual indica que está prohibido el bañador, ósea, te puedes mover con albornoz o toalla pero en las saunas y piscinas hay que hacerlo en pelota picada, pues allí que vamos.
Pasamos de una sauna seca a una ducha, otra vez yacuzzi, sauna turca, zona de relajación, vamos que salimos de allí cómo nuevos.
Cena en el restaurante, cae una botella de vino, regresamos a la habitación. Edu nos había puesto en el grupo de WhatsApp su ubicación en tiempo real, lo hemos seguido a lo largo del día pero a estas horas sigue conduciendo, para hacerla breve el tío lo ha hecho de una sola tirada, 1.490Km y solo!!! Hay que tenerlos bien puestos. Cuando finalmente entra en su edificio, el ascensor no funciona, pobre, me despido y a dormir, mañana hay trekking.
septiembre 11, 2019 a las 9:08 AM
Así me gusta, paz, relax y mimos a Mon, como debe ser.
Sigue así, melón.
Besos!!!
Ah, me olvidaba, eso es viajar, si señor, aceptar la lluvia como compañera.
Estar hasta las narices también forma parte, ya verás que con el tiempo sabrás pilotar.