2019_Salamanca, Día 3
diciembre 7, 2019
A primera hora bajo a desayunar solo, el resto del grupo prefiere salir a un bar más tarde, con el estómago lleno, les acompaño. Cometemos el mismo error que ayer al mediodía, es decir meternos en cualquier local en la avenida principal, desayuno y servicio nefasto.
Llegamos justos a nuestra primera visita de hoy, el Palacio de Monterrey Casa Alba, el guía llega con casi 10min de retraso… una interesante visita de aproximadamente media hora donde apreciamos las diferentes instancias, mobiliario, cuadros, esculturas, tapices.
De camino a las catedrales paramos a visitar el Patio.
Si a primera hora la temperatura era baja, ahora es perfecta, el sol nos ilumina, el cielo está completamente despejado, hora de Ieronimus, que traducido sería: un paseo por los tejados y la torre de las catedrales. La entrada está ubicada en la Catedral Vieja, vamos subiendo por las escaleras poco a poco, paramos en la primera terraza, unas fotos y seguimos por un pasillo ubicado justo en el techo de la catedral. Regresamos sobre nuestros pasos y pasamos a la Catedral Nueva en su parte interior en un pasillo ubicado a media altura entre el suelo y el techo, punto ideal para hacer fotos.
Subimos ahora a la torre donde están ubicadas las campanas, un divertido semáforo reparte el tráfico peatonal de subida y de bajada monitorizando los segundos de más a menos. Una vez arriba tenemos unas vistas preciosas sobre la ciudad, si ya habíamos notado que todos los edificios del centro tienen el mismo color y están fabricados con las mismas piedras de Villamayor por ordenanza municipal, desde este punto impresiona todavía más. Divisamos también el Puente Romano que será nuestra siguiente visita. Salimos ahora al exterior y poco a poco vamos bajando.
Bajamos la calle y salimos de la zona considerada el centro para cruzar el Puente Romano, debajo el río Tormes, afluente del río Duero, bueno que decir, el puente no tiene nada en especial pero la foto que nos hemos hecho al otro lado si que es divertida (comprobar).
En todas las guía se habla de la calle Van Dyck donde se puede tapear, pues allí que vamos. Volvemos a entrar en el centro no antes de sacar una foto a Mon posicionada en un cruce peatonal con la Casa Lis arriba detrás de ella incluido un enfado de un taxista.
En poco menos de 1h llegamos esta famosa calle de tapeo y, que decir, un bar por aquí y otro por allí, entramos en unos cuantos y la peste a «fritanga» es demasiado, finalmente entramos en uno que no huele, tiene mesa, nos sentamos.
Hay unos papeles donde los clientes ponen directamente lo que quieren marcando unas casillas con un lápiz, cómo de costumbre voy por eliminación y prácticamente no me queda más remedio que pedir un solomillo de presa ibérica y unas patatas, Adelin lleva las ordenes a la barra y comunica al camarero mis alergias así que cuando llega mi plato que tendría que consistir en una tapa de pan y solomillo sin alioli se ha convertido en dos tristes trozos de carne sin nada más.
Mi cara cuando el camarero me suelta la tabla de madera delante mío se refleja en un par de fotos que podéis ver en el link… me levanto y manteniendo la calma me acerco a la barra, me dicen que el pan que va con esa carne lleva frutos secos, le pido que me ponga el otro pan y listo.
Regresamos al centro y vamos a visitar la Casa Lis (http://www.museocasalis.org/nuevaweb/lang/en/museo/casa-lis), museo de Art Déco y Art Nouveau. Nada más entrar el guardia llama la atención a Carlos de una forma desproporcionada por intentar hacer una foto, está prohibido pero nadie de nosotros se ha dado cuenta. Nuestra mirada se fija en la bonita cúpula con tonos azulados sobre nuestras cabezas.
Hay diferentes salas tanto en la planta baja cómo en la primera en las cuales hay objetos expuestos, pinturas, esculturas de porcelana, bronce, miniaturas, postales, muñecas, abanicos, muebles y mucho más, interesante.
Una vez fuera, no muy lejos está la Cueva de Salamanca, que, a pesar de su nombre consiste en un enclave legendario donde según la leyenda impartía clase el mismísimo diablo. En realidad es lo que queda de una cripta de una iglesia ya desaparecida.
Justo al lado se encuentra una torre de acceso libre, Adelin y yo subimos, Mon y Carlos se quedan. Está anocheciendo y en la escalera de subida no se ve nada, encendemos las linternas de los móviles, una vez arriba escuchamos una voz grabada la cual dice: «está usted siendo grabado por la polisia» esto repetido dos veces seguidas… risas.
Cena en el restaurante Azogue Viejo (https://www.elpecadorestaurante.es/), encontrado por casualidad mientras estábamos buscando un bistrot que previamente había mirado Carlos. Sin lugar a dudas la mejor cena en esta ciudad, trato inmejorable, comida exquisita, local acogedor y precio razonable, la única nota negativa una chica en la mesa de al lado nuestro que no hablaba, no, chillaba.